“Por la difusión de la verdad histórica”
CONFERENCIA
TITULADA:
“POR
QUÉ SE TRATA TAN MAL A HERNÁN CORTÉS EN LA HISTORIA OFICIAL MEXICANA”
ANTECEDENTES
LA DOCTRINA DEL DESTINO MANIFIESTO ANGLOAMERICANO CAMBIÓ NUESTRA HISTORIA
Del llamado Mundo Occidental,
que en alguna época ya lejana se le llamaba el Mundo Cristiano;
solamente ha quedado un área que a pesar de todos los ataques que ha sufrido a
mano de sus enemigos interiores, -los judíos mal convertidos y los masones-, y
de sus enemigos exteriores,- los protestantes, los musulmanes, comunistas y los
paganos -. A causa de todas las destrucciones, de todas las herejías y de todas
las traiciones; a pesar también, del peligroso indiferentismo que millones de
bautizados tienen en materia religiosa. Solamente, repetimos, ha quedado
el Orbe Hispánico, cual reserva maltrecha, pero viva en la
Fe de Jesucristo.
Este Orbe Hispánico, reserva
espiritual pujante, que al amparo de nuestra generosa cultura católica HISPANO
MEDITERRÁNEA, se cobijan todas las razas y sus mezclas, cual síntesis de la
humanidad.
Nuestro Mundo Hispánico comenzó
a ser atacado desde el mismo día en que los judíos fueron expulsados de los
reinos españoles por los Reyes Católicos, y con mayor saña desde el regreso de
Cristóbal Colón a Sevilla, tras la gesta del Descubrimiento.
Los ataques se concretaron en todas las
formas posibles: Económicos, políticos, psicológicos, culturales, y después
de la Reforma protestante; en ataques terribles a la religión
Católica.
La recién inventada imprenta, fue
utilizada como arma poderosa de propaganda anti española, creando con los años,
la llamada Leyenda Negra.. Leyenda nada más,
porque no verdad, con la cual se fijó en la mente de los europeos norteños el
estereotipo que aún tienen de nosotros. De entre todos esos pueblos, fueron los
ingleses quienes más daño nos han causado. Primero, por su apostasía del
catolicismo, haciendo de su país receptáculo de todas las herejías cristianas,
y en segundo lugar, por su envidia de la riqueza española.
En la segunda mitad del siglo XVI
invadieron ilegalmente la costa norteamericana; utilizando sus numerosos
estuarios como guaridas de piratas prestos para asaltar a los galeones
españoles que empujados por la corriente del golfo subían hasta el grado 35
para luego enfilar directamente al archipiélago de las Azores.
Después, Inglaterra aumentó la población
de estos forajidos vaciando sus cárceles de presidarios y sus calles de
prostitutas, llevando, además, esclavos arrancados de África para el cultivo de
tabaco, droga muy dañina con la cual inundaron los mercados de Europa.
Más tarde, a principios del siglo XVII,
llegaron los perseguidos de toda laya y fundaron las 13 colonias, todas sectas
heréticas salidas unas del anglicanismo y otras de la doctrina puritano
calvinista. Estas 13 colonias fueron la simiente de lo que doscientos años
después sería la segunda república masónica mundial. (a). Constituida por los
revolucionarios angloamericanos en 1776 sobre la base de la Doctrina de la
Predestinación Divina ideada por Juan Calvino. La república anglo americana se consolidó en
1783 con la ayuda del rey Carlos III de España y de los reyes Luis XV y Luis
XVI de Francia. Una vez libre, dirigió sus ambiciones sobre los territorios
norteños del Imperio Español aplicando las directivas de la
doctrina política, económica y religiosa llamada:
“La doctrina del
Destino Manifiesto angloamericano”
Al oeste del río Mississippi; se
encontraba la Nueva España, fundada por Hernán Cortés; un Virreinato
tricentenario con enorme territorio, dotado de opulentas minas de plata; con
ricas ciudades y pueblos; con sus catedrales y monasterios, con numerosos
hospitales y centros de beneficencia; con prósperas haciendas agrícolas y
ganaderas, Con sus prestigiados colegios y universidades: grandes centros de
ciencia y cultura a la altura de la Europa de finales del siglo
XVIII.
La Nueva España, de principios del siglo
XIX era un reino de ultramar: con 6 millones de habitantes, de un pueblo
compuesto de varias razas, pero buen católico, conducido por la jerarquía
de la Iglesia Católica, aunque manca ya, de su fuerte brazo jesuita,
pero aún admirable por su fuerte organización social. El Reino de la Nueva
España, era también, la más preciada joya del Imperio Español; desde su
capital, México, que administraba lugares tan lejanos como las islas Filipinas,
los enclaves pesqueros de Alaska, las dos Floridas, toda Centroamérica y más de
cinco millones de kilómetros cuadrados de la América septentrional. Gran
tesoro era éste, independizado como IMPERIO MEXICANO de la antigua España, que
el 27 de septiembre de 1821 tomó don Agustín de Iturbide en nombre del pueblo
mexicano católico, y que con el “Plan de las Tres Garantías: RELIGIÓN, INDEPENDENCIA
Y UNIÓN”, hubiese podido remontar el vuelo a los estados superiores para lo
cual estaba destinado
La nueva nación angloamericana,
siguiendo sus lineamientos anti católicos calvinistas puritanos, y esgrimiendo
su arma política mas poderosa: la Masonería, supo aprovechar
pérfidamente, la falta de conciencia cultural y religiosa de la clase
intelectual mexicana de los siglos XIX y XX, para desarrollar su DESTINO
MANIFIESTO sobre la Nueva España, primero, y sobre el
México independiente después.
La historia luminosa del Virreinato, ha
sido muchas veces despreciada e ignorada por la clase intelectual mexicana, que
encandilada desde hace dos siglos por la potencia herética anglosajona del
norte; se le entregó perrunamente, hasta el grado de
traicionar a su patria, a su cultura hispana y lo que es imperdonable: hasta
abjurar y combatir la religión de su pueblo.
Una de las directivas de la doctrina de
ese llamado Destino Manifiesto del nuevo pueblo predestinado por Dios
para gobernar al Mundo, “el pueblo angloamericano”, ha sido, influir,
para tergiversar la enseñanza de la verdadera historia del orbe hispánico, en
general, y la de México su vecino inmediato en particular.
Así es que, dentro del paquete
impositivo que los gobernantes yanquis dieron a los revolucionarios o
insurgentes novohispanos primero, y a los gobiernos de la República
Mexicana después, a cambio de armas y apoyo político. Estaban las
siguientes condiciones: adoptar su Constitución herética, proclamar
la libertad de cultos y desconocer la cultura española inventando una
historia falsa, que diera impulso al artificioso indigenismo.
Los nuevos gobiernos republicanos
mexicanos a la manera yanqui, fomentaron la hispano fobia en todas direcciones;
con tal saña, que México es el único país hispanoamericano que tiene en su
historia, haber decretado tres expulsiones de españoles; la
inmensa mayoría de ellos, hombres productivos con familias mexicanas.
La hispano fobia y los ataques a nuestra
Religión Católica han sido, sin duda, de inspiración angloamericana, propagados
entre el pueblo por medio de la instrucción oficial de los gobiernos liberales
del siglo XIX y por sus descendientes ideológicos, del siglo XX,
particularmente por los socialistas y comunistas de los primeros gobiernos
revolucionarios del siglo XX y los siguientes 13 sexenios hasta el año 2015.
Todos ellos han dejado en la mente de la mayoría de los mexicanos la
falsedad de que México, como entidad social autónoma, ha existido desde los
tiempos prehispánicos. Y que la cultura hispana y la religión católica son
agregados que fácilmente se pueden "despegar" del alma de los pueblos
autóctonos. Los individuos de extracción mayoritariamente indígena del
continente hispanoamericano perderían el valor cultural mediterráneo que
todavía conservan, y que sus antepasados adquirieron durante los tres siglos de
los virreinatos. Sería un desastroso retardo cultural insuperable, por el
barniz de modernismo yanqui que se pretende darles.
Estas ideas erróneas, están todavía sin
corregir. Hay que recalcar; que es por falta de grupos de historiadores
honestos y dispuestos a investigar la verdad histórica difundiéndola en todas
direcciones.
Es por lo tanto, deber de todos los
ciudadanos honestos, exponer y difundir la verdadera historia de nuestra
cultura hispanoamericana y mediterránea; Auténtico tesoro de la Humanidad.
Es deber también, de todo hispanoamericano
honesto hacer un esfuerzo personal por nuestra supervivencia cultural en este
mundo globalizado al estilo neo pagano y angloamericano.
PORQUÉ SE CONOCE TAL
MAL A HERNÁN CORTÉS
El primer ataque a nuestra cultura
hispánica se produjo en la figura de Hernán Cortés, a poco de la caída del
gobierno de don Agustín de Iturbide. El 17 de septiembre del año de 1823,
las turbas enloquecidas por un falso patriotismo e instigadas por agentes de la
masonería de obediencia yanqui pretendieron profanar los huesos del fundador
de la Nueva España, arrastrarlos por las calles y llevarlos finalmente al
quemadero de basura de San Lázaro.
¿Porque ese odio tan repentino?, ¿si no
hacía mucho tiempo, el pueblo de la ciudad de México se regocijaba en la
Fiesta o desfile del Pendón que Cortés mismo trajera en los días de su
conquista? …(Ver anexo 2)
Sabemos con certeza, que ese anti
cortesianismo de nuevo cuño era de inspiración extranjera, y adoptado por los
incipientes políticos republicanos por conducto de las logias
masónicas. Ese acto de barbarie se produjo luego del sermón encendido e
indigenista que se pronunció en la catedral de la ciudad de México, con motivo
de homenaje y entierro de los restos de los revolucionarios del 1810. El gobierno que presidía el general Mariano
Michelena en sustitución del triunvirato elegido por el congreso republicano y
bajo la mirada atenta del masón al servicio de Inglaterra, el mexicano-colombiano Miguel Santa María,
azuzó a las tubas con el fin de profanar y destruir de monumento a
Cortés en la Iglesia de Jesús Nazareno.
Don Lucas Alamán Escalada, a la sazón
ministro de Relaciones Exteriores, encargado de la administración del
Marquesado del Valle y de otros bienes de Cortés, salvó la dignidad de los
mexicanos retirando los restos óseos del monumento adosado al muro de la Iglesia de
Jesús y escondiéndolos, oportunamente, en lugar secreto.
La fecha clave de la
historia mexicana
Dicho lo anterior, vamos a comenzar esta
exposición cortesiana con la fecha clave de la historia mexicana: el 13
de agosto de 1521.
Al conquistador, evangelizador y
fundador de la Nueva España se le conoce poco y mal por el grueso de
la población mexicana. Precisamente su persona es la más calumniada y la más
vilipendiada de nuestra historia, por las razones políticas que acabamos de
exponer. Si bien, en su vida, el Conquistador tuvo éste muchos enemigos, no
se les puede comparar con la saña de sus enemigos modernos de dentro y de
fuera de México.
La historia oficial que se imparte a los
escolares en los centros de instrucción pública por medio de los textos
llamados gratuitos y en muchos de los colegios particulares; desde la
Primaria a la Preparatoria, está llena de información deficiente, de
mala fe y los que peor: de odio inoculado por individuos extranjeros, enemigos
de nuestra cultura y religión. La historia oficial exagera los humanos defectos
del conquistador y fundador, concentrándose en los momentos álgidos de las
batallas contra los nativos, y transformando a éstos en inocentes víctimas de
la “ferocidad y ambición de los invasores españoles”.
Soslaya por otra parte; el alma medieval
de Cortés y de sus capitanes, quienes eran portadores de la civilización
hispano cristiana. Que exploraban y conquistaban nuevos pueblos paganos para
acrecentar su honra y su hacienda, exponiendo sus vidas sin miedo a la muerte
para ganar mayores territorios, y ponerlos a los pies de Cristo Rey y
de sus representantes en la tierra: el Papa y el Emperador.
La historia oficial omite también, que
Hernán Cortés desde que oyó hablar del fabuloso reino de Acolhuacan, había
quedado fascinado por él. Y que una vez puesto los pies en los arenales
de la Vera Cruz, comenzó una transformación en su alma, haciendo de su
conquista una de la gestas mas grandes de la historia universal.
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Sin olvidar su España nativa, pidió al emperador
don Carlos, que estas tierras se llamasen la Nueva Españadel mar
Océano, por la gran similitud a los reinos de Castilla “en sus
aires, en sus montañas, en su fauna y en su flora”. Cortés se enamoró
del paisaje, del ambiente y de las mujeres indias. De su relación con doña
Marina su inseparable faraute, nació en 1522 su primer hijo varón, llamado por
algunos “el primer mexicano”, lo bautizó con el
nombre de su padre: Martín. Lo educó con mucho cariño y a su debido tiempo
pidió al Papa Clemente VII que se lo legitimara. Cosa que ocurrió por
bula del 16 de abril de 1529.
Niño aún, lo llevó con él a España en
1528, para ponerlo en manos de personas de su confianza proporcionándole una
esmerada educación que culminó como paje del príncipe don Felipe, oficial de
los tercios españoles, Comendador de la Orden de Santiago y
gentilhombre de Cámara del rey Felipe III. Martín casó en España con
Bernardina de Porres Agoncillo dama noble cuyos descendientes
están reconocidos en la actualidad y de los cuales la más famosa es
la ex reina Fabiola de Bélgica.
Cortés no se olvidó de Malintzin,
conocida por todos como doña Marina, y en nombre de la reina doña Juana y su
hijo don Carlos, la dotó de tierras, propiedades y cacicazgos, haciéndola rica
hembra, buen partido para uno de los principales señores de la nueva nación: el
regidor Juan Alonso Jaramillo, años mas tarde alcalde la de incipiente capital
novo hispana. Doña Marina tuvo una hija con Juan Jaramillo, bautizada como
María y de quien existen aún descendientes.
Sin embargo, después del 13 de agosto de
1521, Cortés dio dinero a su amigo y cuñado Juan Xuárez de Marcaida para traer
a Catalina y su familia a Coyoacán, encargo que se cumplió en julio de 1522
cuando arribó ella con sus hermanas, su madre María, amistades y sirvientes
cubanos.
Catalina murió a fines de ese mismo año
de una enfermedad llamada entonces como mal de madre, especie
de angina de pecho que también padecían dos de sus hermanas,
quienes andando los años murieron de lo mismo. Catalina Xuárez de
Marcaida, recordemos, se había casado con don Hernán en la Isla de Cuba por
presiones del gobernador Diego Velásquez.
Don Hernando, pidió en 1523 al emperador
que le enviara religiosos santos para consolidar la evangelización de los
indios. El emperador le envió 12 de los mejores intelectuales religiosos que
había en España.
El grupo pisó tierra en Veracruz el 13
de mayo de 1524, fungía como su director fray Martín de Valencia, siendo
los otros once misioneros:
Martín de la Coruña, Juan Juárez,
Francisco de Soto, Antonio García Rodríguez, Toribio de Benavente, García de
Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan de Palos, Juan de Rivas, Francisco Jiménez y
Andrés de Córdoba.
Todos los primeros frailes franciscanos
incluyendo a los tres flamencos: fray Pedro de Gante, fray Juan de Tecto y fray
Juan de Ayora, se desempeñaron heroicamente en su ministerio evangelizando a
los indios, junto a ellos, los hermanos de las otras órdenes religiosas que
llegaron sucesivamente a lo largo del siglo XVI, sentaron las bases del
acendrado catolicismo del pueblo mexicano.
Durante los cuatro años de su gobierno,
Hernán Cortés, organizó el nuevo Reino, fomentó el asentamiento de las familias
de los conquistadores, siendo los cientos de ellos, antepasados de decenas de
miles de mexicanos de hoy en día.
Para poblar la tierra nuevamente
conquistada propició la emigración de nuevos colonos, exploró personalmente y
envió a explorar las nuevas tierras en busca de minas de metales preciosos,
para que estos fueran la base de la riqueza agrícola y ganadera que formó. Escribió
a su padre don Martín, que a su costa le enviara toda suerte de plantas,
árboles y animales para reproducirlos en la nueva tierra.
Por esa época, Cortés, mandó construir
el primer hospital en toda forma, de la llamada “tierra firme” americana.
Aunque ya existía desde 1520 un hospital itinerante a cargo del padre Bartolomé
de Olmedo. Fue esa fundación el edificio que albergó; primero a españoles y mas
tarde a todas las castas. El Hospital deNuestra Señora de la
Limpia y Pura Concepción, ahora conocido como el Hospital de Jesús, se
fundó en el año de 1524 en el lugar conocido como Huitzilán, hermosa huerta
donde según la tradición; Hernán Cortés y Moctezuma se encontraron por primera
vez en noviembre de 1519, (esquina de las calles de Pino Suárez y república del
Salvador del Centro Histórico de la ciudad de México).
El papa Clemente VII confirmó a Hernán
Cortés como Patrono Perpetuo del Hospital para él y sus descendientes. Esta
institución es la Obra Pía más antigua que no ha dejado de prestar
sus servicios ni un solo día, a lo largo de 486 años en todo el continente
americano. La primitiva capilla del Hospital se convirtió con los años en
un templo grande y bien provisto, siendo asiento a fines del siglo XVIII del
monumento, obra del arquitecto José del Mazo, donde se colocaron los restos de
Cortés en una urna sobre la cual estaba la efigie en busto que el afamado
escultor Manuel Tolsá esculpió en bronce dorado.
Cuando el Conquistador regresó a España
en 1528 para recibir el justo reconocimiento por sus servicios a la corona,
Hernán Cortés a los 43 años de edad estaba en el apogeo de su vida.
En la villa de Béjar celebró su segundo
matrimonio, esta vez, con doña Juana de Zúñiga y Ramírez de Arellano, dama de
la mas alta nobleza castellana. Pero el fundador de la Nueva España no deseaba
establecerse en Extremadura como algunos otros conquistadores, su hacienda y su
vida estaban definitivamente en esta tierra, por lo que en compañía de su madre
doña Catalina Pizarro Altamirano, de su mujer doña Juana, ya encinta, y de mas
de 400 parientes y amigos se embarcaron en varios navíos en pos de su
marquesado americano.
De 1530 a 1540, desde la sede
del palacio de Cuernavaca, Cortés va a desplegar una intensa actividad en todos
los órdenes, aunque con distinto fruto, para explorar, conquistar, construir,
fundar, evangelizar; en una palabra: civilizar al nuevo país que andando el
tiempo sería México.
En 1540, la inconsecuencia imperial y la
envidia de sus enemigos de Cuba, interrumpe la fecunda vida del Conquistador,
fundador y poblador. Don Carlos, urge a su súbdito, quien le ha dado más tierras
y más súbditos que todos los que le heredaron sus antepasados, a presentarse
en la Corte para responder a las numerosas acusaciones, la mayoría infundadas, de
sus viejos y nuevos enemigos.
El viejo conquistador obedece, y
creyendo que su ausencia de Cuernavaca se limitará a solo un par de años; deja
a su familia en Cuernavaca: su esposa la marquesa, sus hijas María, Catalina y
Juana al encargo de su primo el licenciado Altamirano, así como a otros hijos
suyos reconocidos por la Iglesia y emprende el largo viaje en
compañía de su segundo hijo varón, también llamado Martín, de solo 8 años de
edad. Don Hernando viaja con su conciencia tranquila, esperanzado de que
por falta de pruebas, tal vez, pueda cerrarse de una vez por todas, su Juicio
de residencia.
Pero cuando llega a la Corte; el
Emperador no lo recibe, porque los celos de sus enemigos han emponzoñado la
opinión que del conquistador tenía don Carlos I, quien ahora cree que su famoso
vasallo tiene ambiciones de alzarse con la tierra; lo supone inmensamente rico
con sus 23 mil vasallos en su enorme marquesado y que no debe regresar
a la Nueva España porque es demasiado poderoso. Nada de lo
anterior era cierto, como lo demuestra la lealtad que Cortés siempre le mostró
siguiendo como un falderillo a la Corte Real, contrayendo cada vez
mayores deudas para pagar su costoso tren de vida y siendo ignorado por todos
aquellos a quienes había demostrado su amistad.
Al cabo de siete años de vida estéril,
iluminados solamente por la creación de su Academia cultural
en compañía de algunos de los sabios más célebres de España. Se siente enfermo,
percibe que la muerte ronda, por lo que se dirige a Sevilla con ánimo de
embarcarse a Nueva España, la tela que él mismo había
hilado.
Su salud empeora, por lo que pide a su
amigo Juan Alonso Rodríguez de Medina, que le reciba en su casa de la calle
Real de Castilleja, frente a Sevilla a la margen derecha del
Guadalquivir. Cortés quiere estar en paz para redactar su testamento,
quiere morir como buen cristiano, dejando su cuerpo y su alma bien atados.
En la primera cláusula del largo
documento manda escribir:
“ En el Nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
que son Tres Personas en un solo Dios Verdadero, el cual tengo, creo y confieso
por mi verdadero Dios y Redentor, y de la Gloriosísima y Venturada
Virgen, Su bendita Madre, Señora y Abogada nuestra..sepan cuantos esta carta de
testamento vieren, cómo yo D. Fernando Cortés.......
1.- Primeramente mando, que si muriere en estos reinos de España, mi cuerpo
sea puesto e depositado en la Iglesia de la Parroquia donde
estuviere situada la casa donde yo falleciere e allí esté en depósito
hasta que sea tiempo e a mi sucesor le parezca de llevar mis huesos a la
Nueva España, lo que le encargo e mando que ansí haga dentro de diez años e
antes si fuese posible e que los lleven a la mi villa de Coyoacán, e allí de
den tierra en el monasterio de monjas que mando hacer y edificar en la dicha mi
villa......”
Es de hacer notar que las crónicas de la
época relatan con asombro; que cuando se cumplió el tiempo de traer a Nueva
España sus restos en 1566. Las autoridades sevillanas afirmaban que era la
primera vez en presenciar el traslado de restos de España a las Indias, cuando
lo común era en sentido contrario. Esta es la prueba incontrovertible
de que el corazón de don Hernando se había quedado para siempre en el país por
él fundado.
Por lo tanto, de la exposición histórica
que acabamos de hacer, se puede concluir que el odio o indiferencia
que se tiene, en los historiadores oficiales de México y sus seguidores, por la
figura del Fundador de México fue impuesta en ellos por la política protestante
y masónica de los gobiernos
yanquis.
Luis G. Pérez de León Rivero, junio de
2016.
CITAS:
(a)....La primera república masónica y
puritana la establecieron en Inglaterra Oliver Cromwell y su partido puritano
en 1649, después de apresar al rey Carlos I y mandarlo decapitar.
(b)....La segunda república la
constituyeron los revolucionarios angloamericanos en 1776, también sobre la
base doctrinaria puritana y calvinista, basada en la “Doctrina de la
Predestinación”. Que 40 años después dio paso a la “Doctrina del
Destino Manifiesto angloamericano”.
(1) Jean
Cauvin, (Noyon, Picardía, 10-07-1509, Ginebra, Suiza, 27-05-1564). Su doctrina
sobre la Predestinación divina, deriva de su obra Institución
cristiana”, donde niega la salvación de todos los hombres por los méritos
del divino Sacrificio Cruento de N.S. Jesucristo en el Gólgota. Afirmando
que: “la voluntad divina ha dispuesto que Su Gracia irresistible sea
solamente para los elegidos”
Los creadores de la
República angloamericana, cuya mayoría eran masones y protestantes de
ideas calvinistas puritanas, adoptaron esta teología para su Constitución
política y para redactar las directivas secretas de su expansión, llamada “El
Destino Manifiesto de los angloamericanos”
ANEXOS
(1) LA CAÍDA
DEL PODER MESHICA
Fue el 13 de agosto de 1521, fiesta de San Hipólito, que
el héroe del Popocatépetl: Francisco Montaño, alférez del capitán de infantería
Gutierre de Badajoz, se abrió paso luchando, hasta colocar sobre lo alto de la
pirámide de Tlatelolco, el estandarte de Cortés con su cruz azul sobre fuegos
amarillos.
Mientras el capitán de nave: Juan García Holguín, apresaba la canoa en que
huía el gran cacique Guatemotzin.
Entonces, el soldado Juan de Mancilla tomó preso al señor de Tenochtitlán,
acabándose la guerra.
El la divisa heráldica del fundador de nuestra nación, aparece genialmente
resumido el drama de aquel acontecimiento.
“JUDICIUN DOMINE
APREHENDIT EOS ET FORTITUDO EJUS
CORROBORAVIT BRACHIUM
MEUM”
“EL JUICIO DE DIOS LOS
SOMETIÓ Y LA FUERZA DE MI BRAZO LO CONFIRMÓ”
Tan héroe es Cuauhtémoc, joven caudillo vencido, defensor de su ciudad.
Como el noble vencedor de ella: Hernán Cortés, quien por su
formación medieval para con el vencido, hizo llevar bajo su tienda carmesí al
mancebo rey de los meshicas.
Cortés, caballero, le ofreció asiento a su diestra ante el asombro del
señor pagano, quien a su manera esperaba la muerte en ese instante.
¡Sublime y dramática
escena, donde se asentó el acta del nacimiento de la Nueva España!
Con la caída del Poder Meshica se
destruyó una cultura centenaria, pero casi inmediatamente después, se comenzó a
levantar la capital del nuevo país cristiano e hispánico, heredero de la
milenaria cultura mediterránea.
(2) EL PASEO DEL PENDÓN
Desde el 13 de agosto de 1530,
el Ayuntamiento de la ciudad de México instituyó la Fiesta del Pendón
de la Conquista, recibiendo el honor de portar ese lábaro el caballero don
Juan Alonso Jaramillo, primer regidor de la ciudad y viudo de doña Marina –
Malintzin - la Dama de la Conquista.
Cada 13 de agosto, día de San Hipólito,
una nutrida muchedumbre compuesta de todas las clases sociales dela
Ciudad de México, recorría la capital desde el Palacio virreinal hasta la
iglesia de San Hipólito, en el Puente de Alvarado, para conmemorar y
celebrar la caída del Poder Meshica; a cargo de Hernán Cortés, sus capitanes,
sus soldados e innumerables escuadrones de guerreros indios, deseosos de poner
fin al poder cruel y sanguinario de sus opresores: los cuhlúas o meshicas,
llamados impropiamente aztecas.
Mientras a todo lo largo de los
trescientos años del Virreinato; las autoridades españolas reconocieron la
admiración del pueblo novohispano por la figura de Hernán Cortés, celebrando,
año con año, la fiesta llamada: Paseo del Pendón.
La última vez que se celebró este
desfile fue en el año de 1820, uno antes de la consumación de Independencia por
don Agustín de Iturbide.
Luis G. Pérez de León Rivero. Ciudad de
Colima.
EDICIÓN DE LUIS OZDEN
BIBLIOGRAFÍA
“Cartas de Relación”…. Hernán Cortés.
“Historia Verdadera de la Conquista de la
Nueva España”…Bernal Díaz del Castillo.
“Crónica de la Nueva España”……Francisco Cervantes de Salazar.
“Hernán Cortés”…… José Luís Martínez.
“Comentario a las Revoluciones Sociales de México”……Antonio Gibaja y
Patrón.
“El Destino Manifiesto angloamericano es de origen calvinista puritano”
Luís G. Pérez de León R.