martes, 15 de diciembre de 2015

LA FE DE HERNÁN CORTÉS







LA FE DE HERNÁN CORTÉS


LA CRUZ Y LA ESPADA

Hernán Cortés desembarcó en la isleta de San Juan de Ulúa, el jueves Santo 21 de' abril de 1519, al frente de casi 600 hombres de guerra; habían pasado solamente 27 años desde la toma de Granada por los Reyes Católicos y 26 años y medio desde el descubrimiento del continente americano por Cristóbal Colón. Por lo tanto, Cortés y sus seguidores continuaban el impulso natural de la España de entonces, primera potencia europea, que junto a Portugal, abrían las rutas marinas al comercio y a la Fe cristiana.

Frente al pequeño grupo de exploradores se dibujaba la línea costera de un mundo desconocido.
Solamente, dos breves exploraciones anteriores habían tocado ese litoral; la de Hernández de Córdoba en 1517 y la de Juan de Grijalva en 1518.

México, nuestro país no existía todavía, el pueblo mexicano estaba aún por nacer y el territorio que Cortés contemplaba era ocupado por muy diversas tribus paganas que hablaban más de 50 lenguas y dialectos diferentes, guerreando continuamente unos contra otros. De entre ellos el más fuerte era la tribu colhúa, casta guerrera seguidora de una religión cruelísima con la cual esclavizaba a muchos pueblos oscureciendo su espíritu.
 Cada comunidad sometida debía entregar, entre otros, un tributo de jóvenes y doncellas para el sacrificio a sus dioses. Y los caciques temblaban con solo escuchar el nombre del gran "tlatoani" (el que habla más fuerte, el mandamás) Moctezuma.

Para entender la FE de Hernán Cortés y de sus compañeros hay tomar en cuenta los  antecedentes históricos que habían formado su carácter. En los españoles de los siglos XV Y XVI palpitaba la sangre de más de 30 generaciones de luchadores contra el musulmán, infiel invasor de Iberia por casi 800 años. Todos esos siglos de guerra templaron el valor y la FE de los cristianos, cualidades que no tenían los otros pueblos europeos.

Por lo tanto, para los hijos de la casta hidalga, empuñar la espada o la lanza, era la única manera de ganarse el pan y hacer morada. El hidalgo, no podía ejecutar otro trabajo, deshonra era, hacerlo por otros medios que no fuesen arriesgar con valor la propia vida, hacer fortuna, mantener su linaje o crear otro con las armas en la mano; todo esto, era lo correcto y digno para los jóvenes cristianos. El ancestral llamado de la cruzada medieval estaba en el alma de los conquistadores del nuevo mundo. La Cruz y la Espada eran los signos de la FE. Salvar las almas  de los paganos del Nuevo Mundo, aún contra la voluntad de estos, y extender el reinado de Jesucristo, eran los principales motivos de la Conquista; el llamado venía de Dios, los medios, de esos jóvenes, muchos de los cuales morirían en la aventura.

Hernán Cortés era el prototipo de esa casta de guerreros natos, para quienes la vida no tenía otro sentido que empuñar la espada, montar a caballo y arriesgar su vida con valor. Ganar la fortuna del infiel y del pagano a cambio de llevar la luz de la verdadera FE, protegiendo a los religiosos en su labor evangelizadora.

A los 19 años de edad el joven hidalgo Hernán, se precipitó en el tumultuoso torrente humano que buscaba fortuna y honra o tal vez la muerte. Como tantos otros cruzó el océano tormentoso, obedeciendo al llamado divino que marcó en Descubrimiento y la Conquista del Nuevo Mundo. SERVIR A DIOS Y AL REY era el lema.

Los hidalgos y la gente llana que se embarcaban en Sevilla para las nuevas tierras descubiertas; debían registrarse en La Casa de Contratación de Sevilla, estupendo filtro, que no permitía el ingreso de forajidos, perseguidos por la Justicia, dudosos cristianos, mujeres de mala vida y de polizontes: quienes no podían pagar su pasaje.

Con los cientos de miles de documentos del Archivo sevillano se derriba la Leyenda Negra confeccionada por los enemigos de España con la que afirman maliciosamente, que los conquistadores del continente eran “bandas de maleantes”. La Corona española controló mucho mejor que las otras monarquías, a sus emigrantes durante los 330 años que dominó en toda la Tierra Firme americana.

Mientras que la Corona inglesa, por ejemplo: desde principios del siglo XVII, vació las cárceles y calles de sus ciudades, de toda laya de indeseables, embarcando a cientos de miles para poblar las costas de Norteamérica. Propiciando, con esto, la extinción de los indios y la trata de esclavos negros arrancados del África.


En la mente de los conquistadores españoles, los seres humanos se dividían en tres clases: cristianos, infieles y paganos; convertir a los paganos a la FE de Jesucristo, comunicarles la luz de Su Revelación y someterlos al Rey Emperador de las Españas era un deber primordial.

Al Rey se le debía lealtad por ser ministro de Dios en la Tierra para defender a los cristianos de sus enemigos jurados y visibles; mientras que al Papa se le obedecía por ser el representante de Cristo para velar por la salud espiritual de los fieles y defenderlos de los enemigos de la FE: los judaizantes, los infieles y los herejes.

Hernán Cortés era hombre de FE probada; el soldado cronista Bernal Díaz del Castillo escribe en su "Historia Verdadera": "Cortés era muy religioso, rezaba todas las mañanas en su libro de oraciones y oía la Santa Misa con devoción".

Antes de entrar en batalla con los nativos les hacía leer por medio de sus intérpretes, el Requerimiento legal; si aceptaban ser amigos se les daba la paz, en caso contrario, se les hacía la guerra.

Para entender a los conquistadores y, con ellos, a su más insigne representante hay que ser consciente de esta circunstancia: Toda la actuación de Cortés como conquistador, gobernante, político, poblador y constructor de la nueva nación mexicana, estaba impregnada del ideal medieval que creó la civilización cristiana; del amor que sentía por la tierra de su conquista, de la que hoy formamos parte y de su fidelidad al Rey. Hernán Cortés estaba convencido de la santidad de su empresa.

En noviembre de 1547 en Castilleja de la Cuesta, poco antes de fallecer, pide en la primera cláusula de su testamento que sus restos sean trasladados la villa de Coyoacán. Actualmente, éstos se encuentran en la iglesia anexa al Hospital de Jesús por él fundado en el centro de la ciudad de México.
Los hombres y mujeres del siglo XXI, sobre todo los que pontifican de historiadores oficiales, no ven o no quieren ver los antecedentes del nacimiento de la nación mexicana. Influenciados, como están, por los anti valores del cristianismo, como son: el ateísmo, el liberalismo, el neo indigenismo marxista, la indiferencia religiosa y el hedonismo; permeados por las corrientes destructoras de la mente y del espíritu; del mundialismo apabullante y su secuencia  sensiblera, romántica, debilitadora de la educación y del carácter heredados de nuestros ancestros.

A los intelectuales que desprecian la verdad histórica, qué la han sustituido por otra falsa, fantasiosa y subjetiva, hago un llamado urgente: recobremos el conocimiento y la difusión de nuestro pasado mediterráneo. Somos el resultado de la Conquista española.
  

REFLEXIÓN


Desde el punto de vista de la Religión del pueblo mexicano; podríamos afirmar que  el Acta de Nacimiento de lo que sería México, comenzó cuando Cortés derribó los ídolos del templo mayor colhúa al inicio de la Conquista, el 13 de agosto de 1521.

Su FE de Bautismo se escribió el 12 de diciembre de 1531 cuando la Virgen  Santísima se apareció al neófito Juan Diego en el cerro del Tepeyac, y que su Confirmación sería el 27 de septiembre de 1821, cuando don Agustín de Iturbide entró en la ciudad de México al frente del Ejército Trigarante para consumar su independencia política.

LUIS OZDEN
luisozden@yahoo.com
 Diciembre de 2015.

FUENTE DE INFORMACIÓN:   Archivo de la Academia de Hernán Cortés, San Ángel. Ciudad de México.









viernes, 20 de noviembre de 2015

LA DEVOCIÓN DE HERNÁN CORTÉS



LA DEVOCIÓN DE HERNÁN CORTÉS

                                                
JOYA LLEVADA POR HERNÁN CORTÉS  AL MONASTERIO DE GUADALUPE DE EXTREMADURA, COMO EXVOTO
1528-1529
LUIS OZDEN


Gonzalo de las Casas, Alcalde Mayor y Encomendero de la Mixteca (Hoy Oajaca) y pariente del Mártir Felipe de Jesús, en su tratado “Arte para criar seda en la Nueva España” (1581) afirma que ya desde 1522 había enviado Cortés a España por cañas de azúcar, moreras, peras, seda, sarmientos y  otras muchas plantas. 
Hacia el año de 1527 Hernán Cortés poseía unas buenas tierras cercanas a la población de Yautepec, sur de la ciudad de México, donde cultivaba moreras. Cortés cuidaba personalmente de esas preciadas plantas traídas desde Granada en 1524, de las que, por medio de sus gusanillos, esperaba obtener las primeras sedas cultivadas en el continente americano.
“La tierra novohispana era rica y se cultivaba de todo a sólo seis años de ganada la Conquista”
Ya su huerta fructificaba y pronto los moriscos llegados a Nueva España, a sus expensas, comenzarían a producir la preciada seda. Absorto en sus proyectos empresariales estaba el Conquistador, cuando sin percatarse, fue mordido en una pantorrilla por un “escorpión”; una especie de lagartija o salamandra muy ponzoñosa cuya mordedura era casi siempre mortal.
Varios de los acompañantes de don Hernando se aprestaban para aplastar al animalejo, pero Cortés les ordenó que en matándolo lo conservaran. La ponzoña de la salamandra comenzó a hacer sus efectos en el organismo de Cortés y éste ya no pudo caminar, creyendo que moriría en el acto porque se desvanecía. Alguno pidió a los indios que llamaran a un chamán muy conocido por sus curaciones.

“Estando en esa congoja, volvió los ojos a la morena Virgen de Guadalupe de su tierra extremeña, y de la que sabía, que desde que el pastor Gil la encontró en la cueva, no había dejado de hacer milagros. Levantó hasta ella el alma, atribulado, ofreciéndole que si lo aliviaba, le llevaría en persona un exvoto a su santuario como agradecimiento.”
“Acabada su plegaria, apareció un indio anciano en la puerta de su casa, sabedor de lo que acontecía, traía con él un montón de hierbas y un brebaje.”

Las hierbas las aplicó a la herida y le hizo tomar constantemente, el zumo amargo.
“A los pocos días quedó sano y bien puesto. Comprendió que esa cura se había realizado por la bondadosa gracia de Nuestra Señora.” 
Esta anécdota aparece en el libro escrito por el Padre Francisco López de Gómara quien fue capellán del Conquistador cuando éste residía en España después de 1540. Gómara agrega que Cortés mandó labrar el exvoto prometido a la Virgen Santa María de Guadalupe, a los joyeros de Moctezuma, estos eran indios de la Mixteca quienes tenían una colonia en el barrio de Azcapozalco al norte de la ciudad de México.
Gómara continúa describiendo en su crónica que el oficio “más primo de los indios de la ciudad de México” era la joyería.
“Sacan al mercado cosas bien labradas con piedra y fundidas con fuego. Un plato ochavado, en un cuarto de oro y el otro de plata, no soldado sino fundido y en la fundición pegado; un pesce con una escama de plata y otra de oro, aunque tenga muchas. Vacían un papagayo que se le ande la lengua, que se le mecen la cabeza y las alas…… esmaltan así mismo, engastan y labran esmeraldas, turquesas y otras piedras y agujeran perlas….” 
“Aquel exvoto deseaba Cortés que fuese un animal hueco para poner dentro el que lo picó. Al poco tiempo estaba ya fundido y bien pulimentado ese exvoto en un espléndido engaste de piedras finas. El cuerpo se hallaba todo revestido de mosaico verde, azul y amarillo, figurando escamas y rugosidades por las que andaba un cálido y perene tornasol; en él se veía que resaltaba el verde hiliano de cuarenta y cinco esmeraldas las más dellas labradas con extrañeza, en las patas aprisionaba dos perlas rosadas y toda la áurea alimaña pendía de una cadena formada por placas llenas de sutiles labrados, unidas entre sí por eslabones de finura delicada, y en las que se irisaban otras perlas; había, además, perlas magníficas en los remates y afiligranados colgantes, de todo él pendían a modo de brinquiños, con gracia frágil, exquisita y pura. Entre este estuche de deslumbrante suntuosidad, se encerró el cuerpo seco de la maligna sabandija”. (1) Del Texto de Letizia Arbeteta.

También mando labrar don Hernando una ancha y pesada lámpara de plata, para que, perpetuamente, con la renta que iba a dotarla, ardiera ante la Virgen de Guadalupe.

                                     
“Recién terminada la Conquista de la ciudad de México, ya le había enviado a la Virgen , además de gruesos tejos de oro, de barras de plata, de grandes penachos de plumas verdes y argentería, un ancho esplendoroso plumaje a manera de capa el campo verde a la orladura de plumas largas, el cabezón labrado de oro e pluma azul aferrado en un cuero de tigre”
“Item, un corte de pluma azul e oro, un como cuerpo abierto por los pechos a manera de sacrificado al uso que acá se sacrifican, con la cintura de pluma verde. Item, una rodela, el campo azul con un hombre figurado en medio, labrado de oro”.
En 1528 se embarcó Cortés en Veracruz, hacia España. iba radiante y caballeresco a su patria natal a recoger el premio después de haber domado a la fortuna. (2) Del Texto de Letizia Arbeteta.


“Al llegar a España enderezaría sus pasos, primero como humilde peregrino, hacia el venerado Santuario de Guadalupe, para postrarse ante la Virgen y ponerle el corazón a sus pies, por el santo auxilio que constantemente, le impartió en su vida de lucha, llena de arriesgados trabajos y peligros grandes  continuos.”
A llegar al Monasterio de Guadalupe mandó hacer un solemne novenario, repartió grandes limosnas entre los pobres del lugar y mandó decir misas por el descanso del alma de su padre, por quien llevaba vestidos de luto. También mandó decir misas por los esforzados compañeros muertos en las luchas de la Conquista.

LAS CONTROVERSIAS ENTORNO AL EXVOTO
Tomo la información del trabajo publicado en Madrid en el mes de octubre de 1995. Trabajo elaborado por la investigadora Letizia Arbeteta Mira.

Comencemos por el inventario de las alhajas del joyel del Real monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. En la serie de objetos pertenecientes al siglo XVI aparece un dibujo que representa una joya con cadenas que representa un exvoto que el conquistador Hernán Cortés llevó personalmente al Monasterio de Guadalupe a fines de 1528.

“Esta joya es particular por la circunstancia de retrato de un escorpión u otra sabandija que mordió al famoso Hernán Cortés causándole una gran enfermedad de la que estuvo a la muerte …… En su aflicción se ofreció a Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe en Extremadura quien oyó su súplica. Y el devoto Hernán Cortés demostró su agradecimiento a su bienhechora en esta Santa Casa, siete años después de ganada –la ciudad de México- ofreciendo varios dones y uno de ellos fue esta joya que es de oro con algún esmalte verde y otros colores, con cuarenta y tres esmeraldas muy claras, grandes y hermosas, las más de ellas labradas con mucha extrañeza, tiene también cuatro perlas de dos colgantes y las otras dos presas de las garras……le falta una esmeralda en el espinazo.”

 La primera referencia a las ofrendas de Hernán Cortés se encuentra en la obra de Fray Gabriel de Talavera: “Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, publicada en Toledo en 1597.
El archivero mayor y bibliotecario del Monasterio de Guadalupe, en su obra “La Virgen de la Hispanidad”, editada en Sevilla en 1942, identificaba el exvoto en forma de pinjante en forma de lagarto que se conserva en el Instituto Valencia de Don Juan, en España. Varios otros investigadores se adhirieron a esta misma opinión en 1978. Y otro archivero e investigador del Monasterio de Guadalupe escribió en 1981, un artículo titulado “Nuevos datos del Exvoto de Hernán Cortés” con las opiniones y controversias de los investigadores de esa época, dominando la opinión de ser una pieza europea de finales del siglo XVI.
Es muy extensa la lista de autores y opiniones, sobre el famoso exvoto trabajado por los indios joyeros de Moctezuma, la mayor parte fantasiosas y peregrinas.
Por lo tanto nos vamos a concretar a relatar los hechos consignados en los documentos que tenemos:
En primer lugar está la crónica de Bernal Díaz del Castillo, cronista y testigo de la Conquista:
En 1528.  “…..fue a jornadas largas a Nuestra Señora de Guadalupe para tener novenas…..”
En el libro de capellanías conservado en el Monasterio y que es el testimonio más antiguo de la visita de Cortés a Guadalupe, no se hace referencia a la mordedura del escorpión, solamente describe la pieza.

“El Marqués del Valle de Guaxaca en las Indias de la Nueva España, Don Fernando Cortés, Capitán General de la Nueva España vino de las Indias a visitar esta Santa Casa el año de 1528, y ofreció a Nuestra Señora un rico alacrán de oro, hecho de manos de indios y tiene unas esmeraldas de mucho valor y ofreció otras muchas cosas de plumas hechas que están en la Sacristía……”

La investigadora Letizia Arbeteta, relata la opinión del Padre Francisco de San José archivero del Monasterio en 1740, Cortés, estando en peligro de muerte, se dirigió a  Nuestra Señora de Guadalupe: “Así la buscó humilde, hallándose deshauciado de los médicos por una mordedura de venenosísimo escorpión que le quitaba la vida…..”
“un escorpión de oro y cuajado de esmeraldas y otras piedras preciosas y dentro el ponzoñoso animalito….”

La autora referida cree que la figura del exvoto que representa una lagartija no tiene nada que ver con un “escorpión- alacrán”, y queda desconcertada por la joya que se exhibe en el Instituto de Valencia de Don Juan en Madrid.

Yo creo que esa joya que se presenta con la figura del lagarto es la auténtica, aunque algo modificada y sin todas las esmeraldas y piedras originales, porque muchas de esos exvotos a la Virgen de Guadalupe fueron deshechos para utilizar las joyas en el suntuoso sagrario elaborado en el siglo XVIII.
En cuanto a la figura del animal, como una especie de salamandra, es correcta, por lo que ya hemos asentado antes: Que a esa lagartija ponzoñosa se le llama en México con el nombre de ESCORPIÓN, sin que tenga nada que ver con el insecto, al que comúnmente se le denomina como ALACRÁN, también muy venenoso del que existen muchas variedades en todas las regiones tropicales del país.
LUIS OZDEN
Noviembre de 2015.
BIBLIOGRAFÍA
*“Historia de la Conquista de México”, Francisco López de Gómara, Ed. Ayacucho, 1979.
*”Andanzas de Hernán Cortés”, Artemio de Valle-Arizpe, Ed.Panorama, 1987, México.
*Texto publicado, “El exvoto de Hernán Cortés”,  Madrid, España, 1995. *Fotografías de “Hispanic Society of America”, Instituto Valencia de Don Juan, Madrid.

*Apuntes de la Academia de Hernán Cortés, Ciudad de México, año 2000.



domingo, 11 de octubre de 2015

EL 12 DE OCTUBRE



ALGUNAS REFLEXIONES
12 DE OCTUBRE
FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
DÍA DE LA RAZA,
DÍA DE LA HISPANIDAD Y
 FIESTA NACIONAL DE ESPAÑA.

Este pequeño texto tiene como finalidad hacer ciertas reflexiones respecto a la fecha que conmemoramos cada 12 de octubre en el orbe Hispano.
Antes de entrar en materia he de advertir que la celebración que se hace en nuestros países hispanoamericanos está ligada a la Cruz de Cristo y nuestra Religión Católica y, nada tiene que ver con la celebración pagana que organiza la mafia italiana en Nueva York, con el nombre de “Día de Colón”. Campaña de propaganda comercial tan bien orquestada que miles despistados neoyorquinos creen a pie juntillas, que Cristóbal Colón era “italiano” y descubrió América en ese puerto. Otros, menos ignorantes se conduelen, de que el Almirante haya desviado su ruta hacia el sur, poco antes de encontrar la costa norteamericana.
Cristóbal Colón, cualquiera que haya sido el lugar de su nacimiento, estuvo al servicio de la Corona de Castilla, y desde las capitulaciones de Santa Fe, firmadas entre él y los Reyes Católicos el 14 de abril de 1492,  le habían otorgado la condición de español, que conservó el resto de su vida hasta su muerte el 20 de mayo de 1506.
  
La celebración actual del 12 de octubre
Hoy, en México, ya no se celebra oficialmente, solo en un nivel privado, en clubes y asociaciones culturales.
La causa de que la fecha del descubrimiento del continente, que debió llamarse Colombia y sus habitantes colombianos, ya no se celebre oficialmente es la siguiente:
Hace un poco más de veinte años, antes de cumplirse el Quinto Centenario del descubrimiento colombino. Se organizó la campaña de propaganda más insidiosa y prepotente que los medios de comunicaciones mundiales pudieron hacer para desprestigiar y oscurecer la fiesta de regocijo, confianza y hermandad hispanoamericana.
 Esta campaña afirmaba la Leyenda Negra antiespañola, propagando las mentiras que los protestantes, judíos, masones  y demás enemigos nuestros, han creído y difundido desde el siglo XVI, por envidia a la obra de España alrededor del globo terráqueo.
En términos generales se afirmaba que la Conquista del nuevo continente había sido un “genocidio” para los pueblos indígenas y que tanto España y la Iglesia Católica debían pedirles perdón por los “millones de muertos” que las enfermedades y “esclavización” habían causado hasta hacer desaparecer a poblaciones enteras en toda América.
Los enemigos de nuestra cultura y religión lograron presionar por medio de la masonería a todas las autoridades de los diferentes países para detener o callar las celebraciones que desde muchos años se efectuaban en todos nuestros países el 12 de octubre. En México como en los otros países americanos, especialmente los que tienen mayorías indígenas, la celebración del V Centenario provocó conflictos de los grupos indígenas  aconsejados por individuos extranjeros a nuestra cultura. Organizaciones civiles e  indígenas  se volcaron a las calles para protestar de forma agresiva, y en la capital mexicana trataron de derribar el hermoso monumento que desde hace más de cien años adorna el Paseo de la Reforma, causando muchos daños a esa obra de arte.

También de cierto sector intelectual mexicano, salió la infeliz idea de cambiar la definición “Descubrimiento de América” por “Encuentro de Dos Mundos”, cosa que aceptaron sin chistar todas las naciones americanas incluida España. Sin embargo, para compensar las agresiones; en esa fecha, hubo exposiciones, debates y festejos. Se acuñaron medallas, se erigieron nuevos monumentos a Cristóbal Colón en casi todas partes así como el reconocimiento de los quinientos años de evangelización de los paganos.

Día de la Raza y Día de la Hispanidad
Hubo un tiempo aún cercano, que  en todas las principales ciudades y poblaciones hispanoamericanas se celebraba, por las autoridades, como fiesta propia de Hispano América con desfiles, discursos, conciertos musicales y homenajes en los numerosos monumentos al Descubridor.  
También hay que recordar que el 12 de octubre es la celebración de la Santísima Virgen María en su advocación del Pilar, y desde luego, la fiesta nacional de España.
La creación de la fiesta Nacional de España el 12 de octubre se fue concretando desde mediados del siglo XIX, cuando por medio de las relaciones diplomáticas entre España y sus antiguas posesiones fueron tomando conciencia de la unidad cultural que nunca se había roto con la independencia. La idea tomó cuerpo cuando se cumplió el IV Centenario del Descubrimiento el 12 de octubre de 1892. La entonces Regente del Reino doña María Cristina de Habsburgo, mediante un decreto real dado en el Monasterio de la Rábida, instituyó la fecha del Descubrimiento de Colón como la Fiesta Nacional de España, y también, por festejarse ese día a la Santísima Virgen del Pilar.
En cuanto a llamar esa fecha, Día de la Raza o Día de la Hispanidad fue de la siguiente manera: La original idea nación en los países del sur de América, concretamente en Argentina, para diferenciar a los habitantes de origen español de los que emigraban de otras regiones de Europa. Poco a poco se fue extendiendo el apelativo hasta hacerse presente en todos países hispanoamericanos. Pero a algunos intelectuales españoles les pareció más adecuado el vocablo de Hispanidad por denotar mejor la cultura que la raza biológica.
Entre estos intelectuales descolló la opinión del gran escritor don Ramiro de Maeztu, que había vivido en Argentina y quien fue mártir católico en 1936, tiempo de la República española, y asesinado por los comunistas en España. El apelativo resultó del agrado de la mayoría de los hispanoamericanos y de los españoles, por lo que el 9 de enero de 1958, bajo el gobierno del general Francisco Franco se emitió un decreto que llamaba a la Fiesta Nacional de España “Día de la Hispanidad”.

QUINTO CENTENARIO

Ninguna mención a Doña Isabel la Católica

Durante los festejos del V Centenario del Descubrimiento en Santo Domingo capital de la República Dominicana, lugar fundado por fundado por Colón. Se tenía proyectada la beatificación de la Sierva de Dios doña  Isabel la Católica Reina de Castilla, por el Papa reinante entonces.
Pero la presión de las comunidades judías de los Estados Unidos para que la Iglesia omitiera ese acto congelando la causa de Doña Isabel, ya terminada, era tan fuerte que en su lugar se canonizó al fraile agustino del siglo XIX,  Ezequiel Moreno Díaz.
Ese día tan significativo del 12 de octubre de 1992, Quinto Centenario de la gesta de Colón, en los discursos, no hubo ni una mención para quienes habían sido el alma del Descubrimiento. Doña Isabel en sus cartas a Colón le recuerda que trate bien a los indios, para ella, sus hijos más que sus vasallos.

El día de la celebración un influyente periodista dominicano escribió en el diario Listin: “No solo aquí en Santo Domingo, sino en todos los países americanos incluida España, ninguna Institución ni oficial ni privada, ha tenido hasta ahora, una piadosa palabra escrita para Isabel la Católica en esta conmemoración de los cinco siglos en que este continente recibió la Buena Nueva del mensaje de salvación que dejó marcado por la Cruz de Cristo”
El Padre don Ángel de la Ojeda autor del libro “Isabel Sierva de Dios” escribió: “Distorsión es la palabra clave de la historia actual de España, que por ahí anda vestida con los ropajes de la Leyenda Negra. Distorsión que primero formuló Fray Bartolomé de las Casas y que luego, propalaron los (judíos) expulsados de España por el decreto del 30 de marzo de 1492, en clara traición contra Dios y contra su patria adoptiva”.
Injusticia y cobardía de los responsables de aquellos festejos que dejaron pasar la oportunidad de destrozar la Leyenda Negra antiespañola y obedecieron perrunamente a la consigna internacional de la calumnia y del silencio contra los Reyes Católicos.

 LUIS OZDEN
luisozden@yahoo.com





sábado, 29 de agosto de 2015

LA PRIMERA IGLESIA CRISTIANA EN LA CIUDAD DE MÉXICO

PRIMERA IGLESIA CRISTIANA EN LA CIUDAD DE MÉXICO

LA CIUDAD DE MÉXICO EN EL SIGLO XVI
En la curva de la izquierda se construyó la Capilla que Juan Garrido construyó en el lugar donde pereció casi la tercera parte de la gente de Hernán Cortés el 30 de junio de 1520.

I G L E S I A   D E   S A N   H I P Ó L I T O
   La conquista española de América, entraña entre otros aspectos, la destacada obra cultural y científica que pudo cumplir España en el Siglo XVI, pese a los conflictos  externos e internos que se iban desprendiendo de su posición como potencia rectora de los destinos del mundo de entonces.                    
   Al entrar al Centro Histórico de la actual Ciudad de México, por la antigua Calzada de Tlacopan (Tacuba); pasamos un amplio jardín, que fue antaño el Atrio del Apostólico Colegio de San Fernando, su Convento colindaba con el Hospital de San Hipólito.


 Este Hospital fue la primera institución  en América para la atención de Enfermos Mentales, (Inocentes, era el calificativo que utilizaba su fundador, Bernardino Álvarez), Anexo al Hospital se encuentra la Iglesia de San Hipólito y San Casiano, Patronos de la Ciudad de México. 
   Para la realización  de esta importante y benéfica obra, se necesitó de varios significativos acontecimientos y del concurso de dos singulares personajes: Un soldado, Juan Garrido y un seglar metido a fraile, Bernardino Álvarez.
   La idea de construir una capilla en este lugar, empieza la noche del 30 de junio de  1520, cuando el soldado Juan Garrido (Morisco converso) que formaba parte del contingente que al mando de Hernán Cortés, abandonaban Tenochtitlán.
Ya que después de la muerte de Moctezuma, la situación del reducido ejército español y sus aliados, en el centro de una ciudad lacustre y hostil, era sumamente peligrosa. Hernán Cortés consideró que la batalla final, para la consolidación  del terreno ganado, era inevitable y ésta debería ser en un terreno llano, para que pudiera actuar la caballería y compensar con ella la diferencia numérica de los dos ejércitos..
   La salida se efectuó, por la Calzada de Tlacopan, (Tacuba) la cual estaba cortada en varios lugares para permitir el paso del comercio fluvial; los cuatro primeros cortes los salvaron  con un puente portátil, que para tal efecto fue construido y transportado, al llegar al quinto corte, que se encontraba a la altura de donde está  actualmente la Iglesia de San Hipólito, los acompañantes de Cortés fueron descubiertos y atacados por tierra y agua por el ejército mexica.
La batalla fue un desastre para el grupo español y tlaxcalteca, causando muchos muertos y heridos. Ese día y en ese lugar, nació la leyenda del "Salto de Alvarado", que dio nuevo nombre a ese tramo de la calzada, Puente de Alvarado, conserva este nombre hasta el día de hoy (1993) conserva su nombre.  



   En este corte se salvó nuestro personaje, Juan Garrido, el cual al ver muertos a varios de sus compañeros de armas, prometió, que en caso de salvar su vida al regresar a esta Ciudad, construiría una capilla en ese lugar.
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Fray Diego de Valdés, en su Retórica Cristiana, escrita en Roma en 1578 dice...... "EN EL AÑO DE NUESTRA REDENCIÓN HUMANA DE 1521, EL MISMO DÍA DE SAN HIPÓLITO Y SAN CASIANO: 13 DE  AGOSTO, FUE RENDIDA LA CIUDAD DE MÉXICO Y EN MEMORIA DE ESTA FECHA, FUERON NOMBRADOS PATRONOS DE LA CIUDAD AMBOS MÁRTIRES"

   Como dato histórico, la fecha del 13 de agosto de 1521, de nuestra era, correspondía a "Miquitztli", el día de los muertos en el calendario mexica.      
   
Entre los soldados que tomaron parte de la conquista de la ciudad, llegó Juan Garrido, quien en cumplimiento de su promesa, se instaló cerca del corte y con sus propias manos empezó la construcción de una pequeña capilla de adobe. 
   Viendo que en dicho lugar y casi a flor de tierra, estaban multitud de esqueletos, utilizó los cimientos de la capilla para darles cristiana sepultura a amigos y enemigos. Estos restos fueron posteriormente exhumados y enterrados en un  "Campo Santo", que a propósito se construyó en la parte posterior de la nueva Capilla.
   En la primera acta del Libro de Cabildos de 1524, aparece citada una propiedad a nombre del conquistador Juan Garrido, en cuyo terreno según Díaz del Castillo:
   <Nosotros hicimos una Iglesia luego de la destrucción de Tenochtitlán, dedicada a San Hipólito y San Casiano por celebrar su fiesta el 13 de Agosto y ser la fecha de la rendición de esta Capital> 
 Pasados unos años, Juan Garrido casó, con Francisca Ramírez de la casa del conquistador Rodrigo Rangel, y en 1524, el Cabildo de la Ciudad de México, le concedió un solar en la Calzada de Tlacopan (Tacuba), en donde según cuenta una leyenda, sembró unos granos de trigo por primera vez en el continente, dando así principio a la producción de este cereal. Con el tiempo las cosechas de trigo fueron tan abundantes, que después del consumo en la Nueva España, los sobrantes se exportaban a España y al Perú. (En la actualidad México  no hace exportación alguna).
      La primera ermita se terminó a finales de 1521 o principios de 1522, lo que la convierte, en una de las primeras iglesias de la Capital. El pueblo empezó a llamarla "Ermita de Juan Garrido", posteriormente, "Ermita de los Mártires", o "Ermita del Ayuntamiento", "Ermita de los Conquistadores" y por último, "Ermita de San Hipólito y San Casiano".
         La ermita era tan pequeña y modesta, que al remodelar  la Ciudad, el Cabildo, solicitó a Hernán Cortés, su aprobación para construir una iglesia, de acuerdo con la categoría de ser la iglesia Patronal de la Capital y además ser parte importante en la ceremonia denominada "Fiesta del Pendón".
   La reedificación de la Iglesia, iniciada en 1602, tardó 138 años en ver terminado el proyecto, con excepción de una de sus torres. La fachada, esta ornamentada con bellos tapices de argamasa calados primorosamente, que son las llamadas "AJARACAS" de origen mudéjar y esta dividido en tres cuerpos: en el primero la puerta con arco romano, flanqueada por dos sencillas columnas en cada lado y en medio de ellas, en elegantes nichos, las estatuas de San Pedro y de San Pablo. (Perdidas actualmente)  
   En el segundo cuerpo, en magnifico relieve, San Hipólito portando un estandarte; nuevamente dos pares de sencillas columnas entre ellas en sus nichos, las estatuas de dos Santos; en el tercer cuerpo se localiza una ventana rectangular, con un hermoso vitral que representa a la Santísima Virgen María con el Niño Jesús y que permite pase al coro una luz velada.
   Arriba de esta ventana, en un nicho, una imagen de la Santísima Virgen y sobre ella una paloma que representa al Espíritu Santo. Como remate de esta fachada, el Escudo Real de España.
   Recientemente se construyó la torre faltante, a fin de armonizar el conjunto arquitectónico, de estilo netamente churrigueresco, los remates y la cúpula están adornados con escudos y azulejos.
  

   En la esquina exterior del pequeño  atrio, en forma curva, hay un gran relieve  o tríptico: en la parte central esta representada la " LEYENDA DEL LABRADOR ", que refiere Fray Diego de Durán, en su Historia de las Indias......
Un indio de Tezcoco, estaba cultivando su milpa y fue arrebatado por los aires por una poderosísima  águila, la cual lo transportó a una cueva y escucho estas palabras pronunciadas por el ave....."Poderosísimo señor, yo he cumplido tu mandato y aquí está  el labrador.
...Una voz oculta respondió: Seais bien venido, metedlo aquí.
Lo introdujeron en un aposento y vio a un personaje dormido, le entregaron unas rosas y una tea encendida y le dijeron:.....
...Mira a Moctezuma,
El cual estaba sin sentido, embriagado con su soberbia.
De la tea cayó una gota de brea ardiendo en la pierna del durmiente, el cual permaneció inmóvil.
Y la voz volvió a decir:.....
...Ved como no siente, pues sábete que para este efecto fuiste aquí traído, anda v‚ vuélvete a tu casa y dile a Moctezuma lo que has visto; y para que entienda ser verdad lo que le dices; dile que vea su muslo y Hallar  allí la señal del fuego y dile que tiene enojado a Dios y que él mesmo  se ha buscado lo que sobre él ha de venir. Y el águila lo transportó a su pueblo; repuesto del susto, fue al palacio de Moctezuma y entrando de rodillas le dijo, lo que la voz le había ordenado.

Al instante Moctezuma recordó que había soñado que un indio le había quemado la pierna, se levantó el manto y vio la quemada, y sintió dolor. Ordenó que el indio fuera encerrado y que no le dieran de comer, para que muriera de hambre.  ¡COMO SUCEDIÓ!
   La escultura  está fabricada en  piedra: “Una hermosa y grande  águila, que con sus garras lleva a un mancebo indio, cubierto con una enagua de plumas y en la cabeza un penacho también de plumas.”
 “Más abajo, un conjunto de armas precortesianas, arcos, flechas, macanas, carcax y hondas y cerca de la pierna del indio, una tea encendida”.

Este monumento fue obra del notable arquitecto mexicano, del Siglo XVIII José Damián Ortiz de Castro y representa uno de los augurios que dicen que tuvo Moctezuma y los cuales le anunciaron la caída de Meshico-Tenochtitlán.

   Penetrando al templo, vemos que su planta es de cruz latina, con una sola entrada; el interior como correspondía a la Iglesia Patronal de la Capital de la Nueva España, fue dotada de DOCE MAGNIFICOS RETABLOS, en maderas preciosas y cubiertos con pan de oro; buenas tallas y mejores cuadros al óleo, completaban estos retablos, que según crónicas de la época, eran de los más valiosos de la Nueva España. (HOY YA NO EXISTEN)   
   Actualmente como está  de moda, San Judas Tadeo, él es el que está  en el nuevo retablo, a sus lados San Casiano y San Hipólito; en el otro cuerpo, la Santísima Virgen María y a sus lados,  San José con el Niño Jesús y un Sagrado Corazón. En los vitrales, San José, Santa Rosa de Lima, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola.  En el edificio contiguo, existió el famoso HOSPITAL de Fray Bernardino Álvarez.


  
CEREMONIA LIGADA A LA IGLESIA DE SAN HIPÓLITO:
"EL PASEO DEL PENDON"


 FRANCISCO CERVANTES DE SALAZAR, EN SU LIBRO MEXICO EN 1554,
 DESCRIBE MAGISTRALMENTE LA CEREMONIA DEL PENDÓN QUE TRAJERA HERNÁN CORTÉS DURANTE LA CONQUISTA DEL REINO DE MOCTEZUMA.
   
Originalmente, este acto consistía en un desfile civil, encabezado por el Señor Virrey y todos los miembros de la incipiente nobleza novohispana, las autoridades eclesiásticas y los caciques indígenas; estos últimos asistían con sus familiares, ataviados con sus más lujosos atuendos y adornos.
   Desde la llegada de Hernán Cortés al Continente, se utilizó como Estandarte o Pendón, una representación de la Santísima Virgen María que le fuera entregada en el Monasterio de Guadalupe, en la provincia de Cáceres, España; esta imagen estuvo muchos años en la Real y Pontificia Universidad de México. Fundada en 1553.

   La primera disposición para solemnizar la fiesta, data del 31 de julio de 1528: El Cabildo de la ciudad de México acordó en esa fecha:

." QUE LAS FIESTAS DE SAN JUAN E SANTIAGO E SAN HIPOLITO E NUESTRA SEÑORA DE AGOSTO, SE SOLEMNICEN  MUCHO, E CORRAN TOROS E JUEGUEN CAÑAS E QUE TODOS CABALGUEN, LOS QUE TUVIEREN BESTIAS, SO PENA DE DIEZ PESOS ORO"

   El 14 de agosto de ese mismo año, se mandaron librar y pagar cuarenta pesos y cinco tomines de oro, que se gastaron en el nuevo Pendón y en la colación del día de San Hipólito.
 Según las crónicas del Siglo XVI de  Francisco Sedano, el portador del Pendón en el año de 1528, fue el Alférez, Juan Xaramillo, más conocido por ser el esposo de Doña Marina o Malintzin la traductora de Hernán Cortés.

              El nuevo Pendón era en realidad el escudo de la Ciudad de México.



                                                
"UN CASTILLO DE ORO SOBRE FONDO AZUL, CON DOS LEONES RAMPANTES, TRES PUENTES, DE LOS CUALES DOS ESTÁN ROTOS, UNA BORDADURA DE ORO CON DIEZ NOPALES DE SU COLOR Y TODO EL CONJUNTO BAJO LA CORONA IMPERIAL AUSTRIACA DE INFULAS AZULES ".     
   
En la misma crónica, se hace mención del sueldo que debía recibir el portador del Pendón: "VEINTICINCO PESOS DE LEY PERFECTA".

LA CEREMONIA DEL PASEO DEL PENDÓN SE CONTINUÓ A LO LARGO DE CASI 300 AÑOS, HASTA 1818.
NOTA:
Originalmente el Altar mayor tenía una escultura estofada del Sagrado Corazón de Jesús, otra de del Sagrado Corazón de la Virgen María, y en el centro la escultura policromada de San Hipólito, todo el retablo era de mármol con su tabernáculo y el Sagrario de bronce esmaltado, A su alrededor 18 candelabros de bronce; Cuatro blandones (candeleros más grandes), con 1,250 milagros de plata y 103 de oro..
   A un costado se localizaba el Altar de Calvario, el cual contenía varios oleos de Francisco Sánchez, con representaciones de Santa María de Alacuoque y 16 milagros de plata y uno de oro. .
    Otro de los Altares robados, era de madera talla en cedro con, en él se podía apreciar una talla estofada en oro del Santo Niño de la Paz y la Purísima Concepción, así como 14 oleos aludiendo al Vía crucis.
   A parte de los robos y expropiaciones, de las mejores obras sacras durante LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA DE 1857; el Templo fue modificado en 1972 por los daños causados con motivo de la construcción del tren subterráneo llamado METRO. Este conjunto arquitectónico está considerado como uno de los monumentos importantes de la Ciudad de México, razón por lo cual:  El Hospital de San Hipólito y su Iglesia aneja fueron declarados Monumentos Nacionales el 9 de Febrero 1931.

Ramón Vázquez Martín
Academia de Hernán Cortés
Ciudad de México, 1995.
Editó: Luis Ozden








martes, 28 de julio de 2015

EL ACUEDUCTO MÁS LARGO DEL MUNDO

EL ACUEDUCTO MÁS LARGO DEL MUNDO 







Corría el año de 1540, a la Nueva España del Mar Océano, llegaba otro de los numerosos grupos de Frailes franciscanos, que desde los primeros “Doce Apóstoles” de 1524, se iban agregando a la maravillosa empresa de convertir al cristianismo a los indios paganos que poblaban, en numerosas tribus, los enormes territorios descubiertos y conquistados por los hombres y mujeres de la España cristiana. Escasamente habían pasado 19 años desde que Hernán Cortés y sus valientes soldados y aliados indios, habían tomado prisionero al gran Tlatoani de los mexicas, acabando con ello la cruel y sangrienta dominación, que desde hacía siglos, se hallaban sometidos los pueblos mesoamericanos.
Conquistar tierras y súbditos para el Rey y salvar almas para Jesucristo, eran los propósitos principales de los españoles hidalgos del siglo XVI. Mientras que los entrados en religión arribaban descalzos, con el corazón inflamado de amor por los desvalidos paganos que vivían en la oscuridad espiritual, sin conocer y adorar al verdadero Dios.
Entre el grupo de Frailes franciscanos del mencionado año de 1540, venía Fray Francisco de Tembleque, natural del pueblo del mismo nombre en la provincia de Toledo del reino de Castilla. Fray Francisco de Tembleque era pequeño de cuerpo, pero fuerte y recio.
Se acompañaba de otro fraile de mediana edad como él; Fray Juan de Romanones. Juntos se alojaron en el monasterio de la Orden franciscana de la ciudad de México.
Durante los tres años de su estancia en la capital del naciente Virreinato de la Nueva España, aprendió la lengua mexica para poder evangelizar a la numerosa población de neófitos. Por lo que en 1543 fue destinado al pequeño convento del pueblo de Otumba situado no muy lejos al norte de la capital del Virreinato.
El padre De Tembleque, ya en el convento de Otumba, recorría las moradas de los indios enseñando la doctrina cristiana, bautizando y celebrando la Santa Misa. Su inteligencia era desarrollada y su caridad por los indios era muy ardiente.
Después de una epidemia que causó gran mortandad de los nativos, se apercibió que la causa de ello, era el mal estado del agua que bebían, porque los aguajes producidos por la lluvia estaban contaminados por el ganado que ahí saciaba su sed.
Entonces determinó traerles el agua directamente de los manantiales. Pero éstos se hallaban bastante lejos y detrás de unas lomas y barrancos. La única forma de llevar el agua corriente era construir un “caño” como se llamaba en esa época a los acueductos. Por lo que se encaminó al convento Mayor de la capital para proponer su idea a su Superior. Éste, después de escuchar las razones y los proyectos del Padre Francisco de Tembleque junto a sus hermanos en religión  trataron de desanimarlo, por ser imposible reunir el dinero y los escuadrones de obreros que necesitaría.
Sin embargo, se enviaron observadores para medir la distancia y los obstáculos del terreno entre el poblado de Otumba y el poblado de Zempoala donde estaban los manantiales. Por medio de las mediciones, encontraron  que las fuentes de agua estaban a menor altura que el lugar adonde llegaría. Y además, la distancia era de más de 15 leguas, unos 45 kilómetros nada menos.
Hasta el mismo Virrey don Antonio de Mendoza  declaró impracticable el proyecto pero Fray Francisco no se desanimó por la incredulidad y obstáculos de quienes se enteraron de sus planes.
El Padre Tembleque, como lo llamaban, conocía bien el terreno,  su brillante inteligencia le determinaba la viabilidad del “caño”,  y a pesar de no ser “jumétrico” ni haber estudiado hidráulica  su Fe en Dios a toda prueba, lo impulsaba a organizar la obra. Con ingenio, ánimo y perseverancia(1) 
El Padre fray Francisco era un hombre santo; era taumaturgo, es decir; veía el futuro y aprendía las cosas más difíciles por simple deducción y, entre otros dones,  también se comunicaba con los animales. Su compañero en la ermita que construyó junto a la obra del acueducto, era un enorme gato-pardo-montés quien por las noches solía cazar, regresando por las mañanas  con un conejo o algunas codornices para el almuerzo. Esta historia está bien documentada, porque el Santo Oficio de la Inquisición mandó un inspector y un escribano para que dieran cuenta del prodigio. Se relata que en la ocasión de la visita de los inspectores, el gato-montés, por orden de su amo, salió varas veces a cazar trayendo animalejos para los huéspedes.
En otra ocasión, cayó un rayo en la ermita incendiándola, pero el monje constructor no sufrió más que una herida en un ojo.
A medida que avanzaba la obra del Acueducto se iba incrementando su fama, ya eran legiones de caritativos vecinos que ofrecían ayuda material  con sus fuerzas físicas y espirituales con sus oraciones. También desde la ciudad de México se organizaban excursiones, entre los curiosos, llegó Fray Gerónimo de Mendieta quien relató lo siguiente:
 “Francisco de Tembleque natural de pueblo de Tembleque vino del Reyno de Castilla  junto con Fray Juan de Romanones, cuyo indiviso compañero fue casi todo el tiempo en que estuvieron en esta Nueva España. Aprendió la lengua mexicana para confesar a los indios, y aunque no se dispuso a predicar en ella con el aparato acostumbrado, leía por el libro a los indios la doctrina como sermón que le parecía conveniente, porque leía expeditamente esa lengua”.
“En el convento de Otumba, como viese que toda aquella Provincia careciese de agua y que la de las balsas de agua llovediza con que se sustentaban los indios se la encenagaban los dueños de los ganados y bestias, de suerte que bebían cieno y lodo en lugar de agua, de que iban enfermando y muriendo mucha gente. Condoliéndose de tan extrema necesidad de los pobres, puso manos a la obra”

“Determinado de acontecer una hazaña que grandes y poderosos Reyes apenas se atrevieran a salir con ella. Ni él pudiera disponerse a semejante obra, sino fuere con inspiración y particular auxilio de la gracia divina”
“Y fue traer agua corriente de nueve o diez leguas de allí, sacándola de muy pequeños manantiales, y de parte al parecer de otros, mucho más baja que adonde había de correr, y metida entre cerros y barrancas”
“De cuya empresa se puede ponderar tres cosas notables:
La primera, su admirable ingenio e industria conque hizo la obra segura y perfecta sin haber aprendido en su vida aquel oficio.
La segunda: su extremado ánimo conque emprendió lo que grandes señores con buenos maestros dificultan de emprender, más todo lo suple la caridad”
La tercera: su increíble perseverancia conque pasó adelante los diez y seis años o más en esta obra teniendo muchas contradicciones para ella”
Además, Fray Gerónimo de Mendieta relata que él mismo con sus propios ojos vio al gato montés cuando pernoctó en la ermita.



A lo largo de los siglos, desde la época virreinal, la fama del acueducto y de su constructor era tal, que llegaba gente de Europa para admirar y medir el acueducto.




Pequeña placa conmemorativa, colocada por manos particulares, porque los gobiernos mexicanos, nunca han querido reconocer la importancia que merece esta obra, patrimonio mundial de la Evangelización española en el Nuevo Mundo.



Uno de los arcos para salvar los arroyos; al fondo, la escala humana.


LA VILLA DE OTUMBA
Tanto la población de Otumba, donde termina el acueducto del Padre Tembleque, como la de Zempoala, donde comienza el mismo, participan de la fama internacional que el acueducto más largo del mundo le da a nuestro país.
Sin embargo por razones ideológicas del indigenismo, que  impera desde hace casi doscientos años en la clase  gobernante mexicana de corte liberal, no se le ha dado el relieve que merece; especialmente a su constructor el padre Francisco de Tembleque, quien por gracia del Espíritu Santo pudo proyectarlo y construirlo ayudado por la Orden franciscana, primera evangelizadora de los nativos paganos; y por las cofradías de indios cristianos que por ser precisamente eso, cristianamente dirigidos emplearon su mano de obra  como maestros albañiles de primera categoría.
La villa de Otumba entra en la fama de la naciente Nueva España a causa de la Batalla que libró Hernán Cortés, con escasos y dolientes compañeros españoles, auxiliados por los aliados indios, especialmente tlaxcaltecas, antiguos esclavos del poder central mexica.
En las cercanías de esta población se ha levantado varias veces, un monumento conmemorativo a esta decisiva batalla, guiada y sostenida  por la Divina Providencia. Pero los enemigos del pueblo católico mexicano, los traidores indigenistas, los masones de pensamiento liberal enquistados en el gobierno, han destruido cualquier referencia a esa batalla.
Para visitar el famoso acueducto, el más largo del mundo, hay que llegar a la villa de Otumba y preguntar a los vecinos por el camino. Ya que por las razones expuestas, no se han colocado indicaciones necesarias para el turismo. A ciertos gobernantes mexicanos masones les molesta toda referencia al Virreinato y sus obras cristianas construidas por los pueblos indígenas recién cristianizados.

NOTA:
Últimamente, apenas unos días antes de terminar este texto, me ha llegado la noticia de que los responsables del Patrimonio Nacional, están por declarar al Magno Acueducto de siglo XVI, como “Obra patrimonial de México”. Si esto se realiza, entonces por fin, comienza a llegar al gobierno, gente consciente de la Historia de esta Nación:              Luis Ozden







Interior de la Parroquia de Otumba


Hacia fines del siglo XVIII se asentó en Otumba una rama de la familia del conquistador don Gonzalo Carrasco; célebre por su valentía y bravura.
El rasgo distintivo de esta familia ha sido, hasta la fecha: siglo XXI, la costumbre de que en cada generación deba bautizarse a uno de sus miembros varones con el nombre de su ancestro Gonzalo Carrasco, conservando el escudo de Armas que recibió de la reina Doña Juana y de su hijo don Carlos V,  por un hecho heroico digno de ser contado:
Gonzalo Carrasco, de los primeros conquistadores que vinieron con Hernán Cortés, fue compadre suyo, Cortés le asignó un lote de terreno en la traza de la nueva  Puebla de los Ángeles. Años después acompañó a Pedro de Alvarado en casi todas las conquistas al sureste de Nueva España.  En una ocasión, cuando los exploradores atravesaban una ciénega, un lagarto atacó a Carrasco, pero éste valientemente luchó contra el animal, matándolo con su cuchillo. Este inaudito hecho le valió el Escudo de Armas: “Escudo terciado, por una banda de sinople el cual atraviesa un león de su color en campo de plata. Orla con ocho estrellas de oro de ocho puntas cada una. Timbrado con un yelmo cerrado, como divisa un brazo armado”  Así eran nuestros antepasados españoles del siglo XVI…….
En la larga información del árbol genealógico de su familia, aparece el nombre de Gonzalo Carrasco vecino y fundador con otros conquistadores de la ciudad de Puebla de los Ángeles. El actual Gonzalo Carrasco (1998), jefe de la familia, tiene diez hijos e innumerables nietos. Su hijo mayor y el hijo de éste, se llaman también Gonzalo Carrasco.

Entre los visitantes ilustres estuvo en 1866 el Emperador de México, Maximiliano de Habsburgo.



Patio trasero de la casona que habita la familia Carrasco en Ozumba.
Vista del coche que usó el Emperador Maximiliano en su visita al Acueducto.


Otro Gonzalo Carrasco, descendiente del conquistador que nació en Otumba en 1859,  fue sacerdote jesuita, ordenado en España, a su regresó a México fue superior, maestro de novicios, predicador notable y director espiritual en Saltillo, México y Puebla donde murió en 1936. Su fama le viene por haber sido un eminente pintor muralista académico.
Sus obras existen en la parroquia de la villa de Otumba, Estado de México y en el Templo de la Sagrada Familia, colonia Roma de la ciudad de México.






“El descendimiento de la Cruz”
Pintura de gran formato del Padre Gonzalo Carrasco, expuesta en la Parroquia de Otumba, Estado de México.
NOTA (1):
La Magna Obra del acueducto más largo del mundo, fue comenzada en 1545 y terminada después de diez y seis y medio años en 1562.  Su extensión es de 160 mil pies de largo, unos 45 kilómetros. Está compuesto de tres tramos: El primero de 46 arcos, el segundo de 13 arcos, y el tercero de 67 arcos, siendo el arco de mayor altura de 128 pies y de luz 70 pies, más de 30 metros. Salva tres barrancones y varias lomas.
En el año de 1562 corrió por fin exitosamente, el agua cristalina directa de los manantiales de la villa de Zempoala, con el regocijo de los vecinos que pudieron tomarla de cinco compuertas repartidas a lo largo del acueducto.
Fray Francisco de Tembleque, terminado su trabajo, regresó  humildemente al Convento de la Puebla de los Ángeles donde por un tiempo, fue su Guardián y Definidor de la Provincia del Santo Evangelio. Murió en ese Convento en 1580 ya muy anciano y ciego. Se cuenta que su muerte fue  propiciada por el atentado que sufrió de parte de un lego, quien se ahorcó como Judas después del perdón de Fray Francisco.   
LUIS OZDEN
Julio del 2015




BIBLIOGRAFÍA:
Fray Gerónimo de Mendieta. “Historia Eclesiástica Indiana”, Ed. 1ª vez por Joaquín García Icazbalceta, 1870.
Luis G. Pérez de León, “Arquitectura novohispana del Siglo XVI”. Apuntes.
Xavier Gómez Robleda, México 1959. Datos tomados del libro: “Gonzalo Carrasco, el pintor Apóstol”