LAS
DOS VERSIONES DE LA HISTORIA
No
cabe duda que existen dos versiones de la Historia:
LA
VERDADERA Y LA DE PARTIDO.
La historia verdadera
debe abarcar todos o la mayor parte de los puntos de vista acerca del sujeto
que se ha de historiar.
Mientras que la
historia de partido, es precisamente eso: parcial, y sigue los intereses del
expositor o los intereses de algún partido o grupo de individuos.
En la relación
histórica de los actos en los individuos o naciones, es legítimo destacar los hechos positivos de tal o cual personaje o
de tal o cual nación, sobre los hechos negativos de los mismos, que también hay
que relatar. Con mayor razón, cuando se trata de aplicar la justicia y mayormente, cuando se trata
de entrar en su defensa.
En cambio, es maldad denigrar a un personaje o a
una nación solamente por antipatía personal sin desear enterarse de su realidad
histórica. Esto es aplicar la injusticia.
También es maldad e injusto ensalzar a un personaje o a una nación inventando
hechos o cualidades que nunca han tenido, solamente porque nos simpatizan.
Actitudes que las vemos constantemente aplicadas por los veceros de la historia
oficial del partido en el poder, de determinadas naciones.
Quien persigue la
verdad en la historia, actúa honestamente; mientras quien sigue sus simpatías
personales o las directivas de grupo, no solo es deshonesto sino que miente con
descaro. He aquí la pugna que se nos presenta todos los días entre:
LA
VERDAD HISTÓRICA versus LA FALSEDAD HISTÓRICA.