LA HISTORIA Y LA ORTOGRAFÍA
MÉJICO
MÉXICO
MÉJICO o MÉXICO
MÉCSICO o MÉGICO
VEAMOS UN POCO LA HISTORIA DE ESTE PAÍS
El
primer nombre con que se designó al conjunto de territorios descubiertos y
conquistados por Hernán Cortés y sus aliados desde 1521, fue el de:
“LA NUEVA ESPAÑA DEL MAR OCÉANO”
Este
apelativo fue sugerido por Cortés, al Emperador don Carlos I de España, en su Tercera
Carta de Relación, escrita en la villa de Coyoacán. La razón que dio Cortés era:
“Por la semejanza de sus paisajes y clima
con la Vieja España”.
MESHICO-TENOCHTITLÁN
He
aquí, el nombre original indígena de la capital del Reino de Moctezuma:
Meshico-Tenochtitlán, que seguiría
siendo el centro de la Nueva España,
a lo largo de tres centurias, y que con el tiempo llegó a ser: "LA
CAPITAL DEL MUNDO” apelativo que
le daban los novohispanos del siglo XVII. Por encontrarse en el lugar
equidistante entre los dos océanos: El Pacífico o Mar de Sur y el Atlántico o
Golfo de México. Y ser paso obligado de los viajeros que iban desde la
Península Ibérica a las Islas Filipinas y viceversa.
DISCUSIÓN O REFLEXIÓN
Entre
las muchas cosas y actitudes incomprensibles para la sana lógica; que tiene el
“mecsicano” común; hay una primordial:
Se
trata de la grafía y pronunciación del nombre de su país y el patronímico
correspondiente. ¡Nada menos!
Según
la Historia, como hemos visto; este país nació llamándose la “Nueva España del Mar Océano” y llegó a comprender, a fines del siglo XVIII, inmensos territorios del Norte y del Centro del
continente americano. Desde Alaska hasta Centroamérica.
Ahora
bien; su ciudad capital seguiría siendo llamada con el nombre que le habían
impuesto sus fundadores paganos del siglo XIV; como Meshico-Tenoshtitlan (Tenustitán, Temistitán, etc. etc.)
Durante los tres siglos del Virreinato, el nombre de la ciudad de México se escribió con “x” pero siempre refiriéndose
a la capital de Nueva España, y a los nativos de la capital, se les llamaba
mexicanos.
Nunca, durante los casi tres siglos del Virreinato, se
mencionaron los territorios de la Nueva España como MÉXICO o MÉJICO y menos a
sus habitantes se les llamó, como mexicanos o mejicanos, sino como novohispanos.
También, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, la pronunciación de la letra equis (X) en
nuestro idioma castellano fue cambiando o si se quiere evolucionando, desde el
sonido (sh) suave, como lo escribieron Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo
en las palabras Meshico-(Mexico) y meshicano-(mexicano) o la pronunciación (gs)
como en dexar, abaxo, debaxo, vox, quexa, Alexandro, Xerxes. Hasta hasta llegar al sonido
(cs) más fuerte, en las palabras como: “extremo, próximo, anexo, extenso, etc.
etc. y en otras (g) o (j) como: dejar, gemir, etc.
Pero, hacia finales del siglo XVIII, la letra X tenía un doble sonido: Por un lado el
sonido (cs) y por otro el sonido fuerte (gj) de la letra jota actual (J). Había confusión y ninguna regla fue implementada.
LAS COSAS VAN A CAMBIAR ENTRANDO EL SIGLO XIX
Los
territorios de la otrora Nueva España fueron “bautizados” por los
revolucionarios novohispanos rebeldes al gobierno de la Corona Española de
principios del siglo XIX, con el nombre de su capital: LA CIUDAD DE MÉXICO.
Grave
error impuesto dictatorialmente, porque muchos no querían el apelativo natural de novohispanos,
y por ello se refirieron a todos territorios de la Nueva España y a ellos
mismos, con el apelativo de MÉJICO o MEJICANOS, como aparece en muchos de los
documentos a partir de 1820.
SON PUES,
LOS LIBERALES, YA MODERNIZADOS QUIENES ESCRIBIERON MÉJICO CON EL SONIDO MODERNO
DE LA LETRA “JOTA”.
Como
la x tenía en la segunda mitad del siglo XVIII, una pronunciación muy variable;
podemos suponer que México se pronunciaba ya “Méjico”, aunque, por costumbre, se seguía escribiendo “México”.
Los
propios gobernantes liberales y los historiadores de 1840-50 se dieron cuenta
de ese error y comenzaron a escribir sus documentos: Méjico y mejicanos, como era la pronunciación natural de sus habitantes. Ya nadie pronunciaba Méshico, ni Mégsico.
He aquí la portada de un libro de esos años.
INCONGRUENCIAS
A
ninguno de los fundadores de las nuevas naciones americanas separadas del
Imperio Español de principios del siglo XIX, se les ocurrió llamar a sus nuevos países independientes con el mismo nombre de sus RESPECTIVAS CIUDADES
CAPITALES. Salvo la República de Guatemala, que a imitación de los mexicanos lo
hizo así.
A
nadie en su sano juicio, se le hubiera ocurrido nombrar: Paris a toda Francia;
Madrid a toda España, Berlín a toda Alemania; Londres a toda Inglaterra, Moscú
a toda Rusia, Tokio a todo el Japón; Río Janeiro a todo el Brasil; Bogotá a
toda Colombia, Buenos Aires a toda Argentina, etc. etc.
Los
pensadores mexicanos, los filósofos y las personas que suelen meditar, aunque
sea de manera superficial, sobre lo que sucede con las palabras México o Méjico, no han
tocado este tema, precisamente, por falta de profundidad en su pensamiento o por
desinterés en la materia.
Entonces,
hay que preguntarnos: ¿Por qué fue así? A guisa de investigar esa razón, hemos
encontrado ciertas pruebas en documentos anteriores al levantamiento de los insurgentes rebeldes a la Corona Española.
Y para sorpresa de muchos, la respuesta está en los individuos
que proyectaron la separación de la Nueva España del Imperio Español, a fines
del siglo XVIII. Estos sujetos han sido los republicanos anglo-norteamericanos.
Quienes crearon la Doctrina político-religiosa del “DESTINO MANIFIESTO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA” para destruir,
confundir y sujetar a la población
novohispana, y arebatarle sus territorios, quitarle esa riqueza, para que en
lo futuro, no se organizara en una nación fuerte e independiente. Y en la correspondencia
con sus protegidos los revolucionarios liberales mecsicanos escribieron con la letra x, pronunciada “cs”: Mécsico y
mecsicanos, y también confundiendo el Virreinato de la Nueva España con una
nueva República que se llamaría Mecsico. (1)
(1) Don Agustín
de Iturbide el padre de la nación mexicana independiente, se asemeja en mucho
al fundador de la Nueva España; Hernán Cortés. Porque ambos, eran adalides de
los valores eternos de la hispanidad, valores mismos de la civilización
cristiana. Creó el Imperio Mexicano (escrito con “x”) Concepto de nación
proyectada como una monarquía católica y aristocrática, adalid de la Hispanidad
americana y que a partir de la Independencia nacería la nación Mexicana y los
habitantes de cualquier parte de su geografía se llamarían mexicanos, no nada
más los habitantes de su capital, la ciudad de México.
LA LETRA (X) EN NUESTRA LENGUA CASTELLANA.
Actualmente,
dice la “Nueva Enciclopedia Sopena”, refiriéndose a la vigésima sexta letra del
abecedario español:
“Antiguamente, la letra (X) representó dos sonidos: uno doble compuesto de la (K) o de la (G) suave junto a
la (S): (KS) o (GS), y otro simple igual al de la (CH) francesa: Meshico o
meshicano. Que hoy conserva en algunos dialectos como el bable (dialecto
asturiano). Después tuvo valor de jota
(J): Actualmente, solo tiene el
sonido de (CS), como texto, extremo, léxico, xenofobia, xenofilia, anexo,
etc. etc.”
Como
hemos visto, en la Enciclopedia de la lengua española Sopena, nos dice
tajantemente: “Después tuvo el valor de
jota”. Pero no dice más, sin
referirse a las fechas aproximadas de esa pronunciación. Actualmente la letra (X) sólo tiene el sonido de (CS).
Por
lo tanto, los mejicanos del siglo XXI pronuncian el nombre de su país: MÉJICO,
pero los escriben “México”. Y a sus nativos los llaman mejicanos, pero escriben
el gentilicio “mexicanos” con x (cs). A todas luces se trata de una
incongruencia, y muy grave.
Ya
durante el siglo XVIII en sonido de la equis era como jota, pero también ciertas palabras se escribían con (x) y se
pronunciaban (cs).
Ejemplos:
“que no haya dexado a la justa libertad y
sencillez del lenguaje, etc. Reflexione pues mi lector estos exemplos,
“dixese”, “influxos”, “exército”, “reflexione” “expresar, “máximo”.
En
esa misma época se decía “dejado”, “reflexión”, “ejemplos”, “dijese”,
“influjos”, “ejército”. “expresar” y “máximo” (conservan, hasta hoy, su
pronunciación y su grafía).
CONCLUSIÓN
El
error de pronunciación y grafía de las palabras México, Méjico; mexicano y
mejicano, sigue en pie con la correspondiente confusión mental de los propios
mejicanos. Pero, no han llegado todavía, filósofos y filólogos que puedan
resolver de una vez por todas estas discrepancias.
Solamente,
la costumbre de cometer diariamente este error, ha desembocado en apuntar, que
se trata de una excepción a las reglas del alfabeto castellano. ¡Y creemos que así
queda y quedará por mucho tiempo, por el desinterés de los propios mejicanos o
mecsicanos para resolver la cuestión!
Aunque
lo lógico sería escribir el nombre del país y su gentilicio, como se pronuncia
en nuestro idioma castellano o español:
¡MÉJICO Y MEJICANOS!
LUIS OZDEN. Abril de 2016.
Excelente artículo.
ResponderEliminarTambién podríamos hablar de Jalapa y Xalapa.
ResponderEliminarEl error de pronunciación y grafía de las palabras México, Méjico; mexicano y mejicano, sigue en pie con la correspondiente confusión mental de los propios mejicanos. Pero, no han llegado todavía, filósofos
ResponderEliminarideandando.es/que-es-la-democracia/