LA
DEVOCIÓN DE HERNÁN CORTÉS
JOYA
LLEVADA POR HERNÁN CORTÉS AL MONASTERIO
DE GUADALUPE DE EXTREMADURA, COMO EXVOTO
1528-1529
LUIS OZDEN
Gonzalo de las
Casas, Alcalde Mayor y Encomendero de la Mixteca (Hoy Oajaca) y pariente del
Mártir Felipe de Jesús, en su tratado “Arte para criar seda en la Nueva España”
(1581) afirma que ya desde 1522 había enviado Cortés a España por cañas de
azúcar, moreras, peras, seda, sarmientos y
otras muchas plantas.
Hacia el año de
1527 Hernán Cortés poseía unas buenas tierras cercanas a la población de
Yautepec, sur de la ciudad de México, donde cultivaba moreras. Cortés cuidaba
personalmente de esas preciadas plantas traídas desde Granada en 1524, de las
que, por medio de sus gusanillos, esperaba obtener las primeras sedas
cultivadas en el continente americano.
“La
tierra novohispana era rica y se cultivaba de todo a sólo seis años de ganada
la Conquista”
Ya su huerta
fructificaba y pronto los moriscos llegados a Nueva España, a sus expensas,
comenzarían a producir la preciada seda. Absorto en sus proyectos empresariales
estaba el Conquistador, cuando sin percatarse, fue mordido en una pantorrilla
por un “escorpión”; una especie de lagartija o salamandra muy ponzoñosa cuya
mordedura era casi siempre mortal.
Varios de los
acompañantes de don Hernando se aprestaban para aplastar al animalejo, pero
Cortés les ordenó que en matándolo lo conservaran. La ponzoña de la salamandra
comenzó a hacer sus efectos en el organismo de Cortés y éste ya no pudo caminar,
creyendo que moriría en el acto porque se desvanecía. Alguno pidió a los indios
que llamaran a un chamán muy conocido por sus curaciones.
“Estando
en esa congoja, volvió los ojos a la morena Virgen de Guadalupe de su tierra
extremeña, y de la que sabía, que desde que el pastor Gil la encontró en la
cueva, no había dejado de hacer milagros. Levantó hasta ella el alma,
atribulado, ofreciéndole que si lo aliviaba, le llevaría en persona un exvoto a
su santuario como agradecimiento.”
“Acabada
su plegaria, apareció un indio anciano en la puerta de su casa, sabedor de lo
que acontecía, traía con él un montón de hierbas y un brebaje.”
Las hierbas las
aplicó a la herida y le hizo tomar constantemente, el zumo amargo.
“A
los pocos días quedó sano y bien puesto. Comprendió que esa cura se había
realizado por la bondadosa gracia de Nuestra Señora.”
Esta anécdota
aparece en el libro escrito por el Padre Francisco López de Gómara quien fue
capellán del Conquistador cuando éste residía en España después de 1540. Gómara
agrega que Cortés mandó labrar el exvoto prometido a la Virgen Santa María de
Guadalupe, a los joyeros de Moctezuma, estos eran indios de la Mixteca quienes
tenían una colonia en el barrio de Azcapozalco al norte de la ciudad de México.
Gómara continúa
describiendo en su crónica que el oficio “más primo de los indios de la ciudad
de México” era la joyería.
“Sacan
al mercado cosas bien labradas con piedra y fundidas con fuego. Un plato
ochavado, en un cuarto de oro y el otro de plata, no soldado sino fundido y en
la fundición pegado; un pesce con una escama de plata y otra de oro, aunque
tenga muchas. Vacían un papagayo que se le ande la lengua, que se le mecen la
cabeza y las alas…… esmaltan así mismo, engastan y labran esmeraldas, turquesas
y otras piedras y agujeran perlas….”
“Aquel
exvoto deseaba Cortés que fuese un animal hueco para poner dentro el que lo
picó. Al poco tiempo estaba ya fundido y bien pulimentado ese exvoto en un
espléndido engaste de piedras finas. El cuerpo se hallaba todo revestido de
mosaico verde, azul y amarillo, figurando escamas y rugosidades por las que
andaba un cálido y perene tornasol; en él se veía que resaltaba el verde
hiliano de cuarenta y cinco esmeraldas las más dellas labradas con extrañeza,
en las patas aprisionaba dos perlas rosadas y toda la áurea alimaña pendía de
una cadena formada por placas llenas de sutiles labrados, unidas entre sí por
eslabones de finura delicada, y en las que se irisaban otras perlas; había,
además, perlas magníficas en los remates y afiligranados colgantes, de todo él
pendían a modo de brinquiños, con gracia frágil, exquisita y pura. Entre este estuche
de deslumbrante suntuosidad, se encerró el cuerpo seco de la maligna
sabandija”. (1) Del Texto de Letizia Arbeteta.
También mando
labrar don Hernando una ancha y pesada lámpara de plata, para que,
perpetuamente, con la renta que iba a dotarla, ardiera ante la Virgen de
Guadalupe.
“Recién
terminada la Conquista de la ciudad de México, ya le había enviado a la Virgen
, además de gruesos tejos de oro, de barras de plata, de grandes penachos de
plumas verdes y argentería, un ancho esplendoroso plumaje a manera de capa el
campo verde a la orladura de plumas largas, el cabezón labrado de oro e pluma
azul aferrado en un cuero de tigre”
“Item,
un corte de pluma azul e oro, un como cuerpo abierto por los pechos a manera de
sacrificado al uso que acá se sacrifican, con la cintura de pluma verde. Item,
una rodela, el campo azul con un hombre figurado en medio, labrado de oro”.
En
1528 se embarcó Cortés en Veracruz, hacia España. iba radiante y caballeresco a
su patria natal a recoger el premio después de haber domado a la fortuna. (2)
Del Texto de Letizia Arbeteta.
“Al
llegar a España enderezaría sus pasos, primero como humilde peregrino, hacia el
venerado Santuario de Guadalupe, para postrarse ante la Virgen y ponerle el
corazón a sus pies, por el santo auxilio que constantemente, le impartió en su
vida de lucha, llena de arriesgados trabajos y peligros grandes continuos.”
A llegar al
Monasterio de Guadalupe mandó hacer un solemne novenario, repartió grandes
limosnas entre los pobres del lugar y mandó decir misas por el descanso del
alma de su padre, por quien llevaba vestidos de luto. También mandó decir misas
por los esforzados compañeros muertos en las luchas de la Conquista.
LAS
CONTROVERSIAS ENTORNO AL EXVOTO
Tomo la
información del trabajo publicado en Madrid en el mes de octubre de 1995.
Trabajo elaborado por la investigadora Letizia Arbeteta Mira.
Comencemos por el
inventario de las alhajas del joyel del Real monasterio de Nuestra Señora de
Guadalupe. En la serie de objetos pertenecientes al siglo XVI aparece un dibujo
que representa una joya con cadenas que representa un exvoto que el
conquistador Hernán Cortés llevó personalmente al Monasterio de Guadalupe a
fines de 1528.
“Esta
joya es particular por la circunstancia de retrato de un escorpión u otra
sabandija que mordió al famoso Hernán Cortés causándole una gran enfermedad de
la que estuvo a la muerte …… En su aflicción se ofreció a Nuestra Señora la
Virgen de Guadalupe en Extremadura quien oyó su súplica. Y el devoto Hernán
Cortés demostró su agradecimiento a su bienhechora en esta Santa Casa, siete
años después de ganada –la ciudad de México- ofreciendo varios dones y uno de
ellos fue esta joya que es de oro con algún esmalte verde y otros colores, con
cuarenta y tres esmeraldas muy claras, grandes y hermosas, las más de ellas
labradas con mucha extrañeza, tiene también cuatro perlas de dos colgantes y
las otras dos presas de las garras……le falta una esmeralda en el espinazo.”
La primera
referencia a las ofrendas de Hernán Cortés se encuentra en la obra de Fray
Gabriel de Talavera: “Historia de Nuestra Señora de Guadalupe, publicada en
Toledo en 1597.
El archivero mayor
y bibliotecario del Monasterio de Guadalupe, en su obra “La Virgen de la
Hispanidad”, editada en Sevilla en 1942, identificaba el exvoto en forma de
pinjante en forma de lagarto que se conserva en el Instituto Valencia de Don
Juan, en España. Varios otros investigadores se adhirieron a esta misma opinión
en 1978. Y otro archivero e investigador del Monasterio de Guadalupe escribió
en 1981, un artículo titulado “Nuevos datos del Exvoto de Hernán Cortés” con
las opiniones y controversias de los investigadores de esa época, dominando la
opinión de ser una pieza europea de finales del siglo XVI.
Es muy extensa la
lista de autores y opiniones, sobre el famoso exvoto trabajado por los indios
joyeros de Moctezuma, la mayor parte fantasiosas y peregrinas.
Por lo tanto nos
vamos a concretar a relatar los hechos consignados en los documentos que
tenemos:
En primer lugar
está la crónica de Bernal Díaz del Castillo, cronista y testigo de la
Conquista:
En 1528. “…..fue a jornadas largas a Nuestra Señora de
Guadalupe para tener novenas…..”
En el libro de
capellanías conservado en el Monasterio y que es el testimonio más antiguo de
la visita de Cortés a Guadalupe, no se hace referencia a la mordedura del
escorpión, solamente describe la pieza.
“El
Marqués del Valle de Guaxaca en las Indias de la Nueva España, Don Fernando
Cortés, Capitán General de la Nueva España vino de las Indias a visitar esta
Santa Casa el año de 1528, y ofreció a Nuestra Señora un rico alacrán de oro,
hecho de manos de indios y tiene unas esmeraldas de mucho valor y ofreció otras
muchas cosas de plumas hechas que están en la Sacristía……”
La investigadora
Letizia Arbeteta, relata la opinión del Padre Francisco de San José archivero
del Monasterio en 1740, Cortés, estando en peligro de muerte, se dirigió a Nuestra Señora de Guadalupe: “Así la buscó humilde, hallándose
deshauciado de los médicos por una mordedura de venenosísimo escorpión que le
quitaba la vida…..”
“un
escorpión de oro y cuajado de esmeraldas y otras piedras preciosas y dentro el
ponzoñoso animalito….”
La autora referida
cree que la figura del exvoto que representa una lagartija no tiene nada que ver
con un “escorpión- alacrán”, y queda desconcertada por la joya que se exhibe en
el Instituto de Valencia de Don Juan en Madrid.
Yo creo que esa
joya que se presenta con la figura del lagarto es la auténtica, aunque algo
modificada y sin todas las esmeraldas y piedras originales, porque muchas de
esos exvotos a la Virgen de Guadalupe fueron deshechos para utilizar las
joyas en el suntuoso sagrario elaborado en el siglo XVIII.
En cuanto a la
figura del animal, como una especie de salamandra, es correcta, por lo que ya
hemos asentado antes: Que a esa lagartija ponzoñosa se le llama en México con
el nombre de ESCORPIÓN, sin que tenga nada que ver con el insecto, al que
comúnmente se le denomina como ALACRÁN, también muy venenoso del que existen
muchas variedades en todas las regiones tropicales del país.
LUIS OZDEN
Noviembre
de 2015.
BIBLIOGRAFÍA
*“Historia de la Conquista de México”, Francisco
López de Gómara, Ed. Ayacucho, 1979.
*”Andanzas de Hernán Cortés”, Artemio de Valle-Arizpe,
Ed.Panorama, 1987, México.
*Texto publicado, “El exvoto de Hernán
Cortés”, Madrid, España, 1995.
*Fotografías de “Hispanic Society of America”, Instituto Valencia de Don Juan,
Madrid.
*Apuntes de la Academia de Hernán Cortés,
Ciudad de México, año 2000.
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